La educadora canina Rocío Muñoz impartió esta formación sobre gestión emocional para perros. | Alejandro Mellon

La gestión emocional de unos animales ‘sintientes’ como son los perros es todavía una asignatura pendiente y una posibilidad desconocida por muchos. Con el título Aprende a convivir con tu perro, el Casal de Igualdad del municipio de Ibiza acogió este sábado por la mañana la conferencia de la educadora canina Rocío Muñoz, especialista precisamente en esa gestión emocional.

Además, en un país en el que ahora mismo hay más perros que niños, la educación canina se hace cada vez más necesaria. «Si les queremos llevar a determinados lugares con nosotros, debemos preparar al animal porque a veces los exponemos en sitios para los que no están preparados. Cada vez me encuentro con perros más sensibles y estresados y es por algo que estamos haciendo mal», comentó Muñoz.

Al estar especializada en métodos cognitivos emocionales, la educadora explicó que ella trabaja el origen de los problemas de comportamiento de los perros. Según explicó, muchas situaciones son al final más fáciles de resolver de lo que parecen a primera vista.

«Hay un gran desconocimiento. También es importante que exista un código de comunicación porque a veces no sabemos comunicarnos con nuestros perros. En ocasiones, lo limitamos todo a la obediencia y nosotros le damos más importancia a la gestión emocional», destacó la experta.

También la influencia hormonal en la mascota puede alterar comportamientos, una cuestión que Muñoz abordó en la charla. «Hay mucha gente que tiene problemas con sus mascotas, pero no piden ayuda y tratan de informarse de mil maneras, aunque hay que darle seriedad al tema. Prevenir contribuye, a la larga, a que haya menos abandonos», advirtió.

Muñoz destacó que cada vez son más las personas que acuden a los educadores caninos desde que la mascota llega a sus vidas, aunque lo habitual es que se contacte con estos especialistas sólo cuando el perro tiene algún problema conductual. «A veces no son técnicas muy complicadas. Nosotros damos las herramientas, pero es la familia la que regula el volumen, la que debe trabajar bajo nuestra supervisión esa convivencia en el día a día. El abandono, en un porcentaje elevado, se debe a problemas de conducta y eso sí se puede resolver», reiteró.

Muñoz recordó que, aunque haya dos perros de la misma raza, cada tratamiento o sesión deben ser llevados a cabo de forma personalizada puesto que cada animal se comportará de manera diferente. «Es todavía una asignatura pendiente y no se conoce esa gestión emocional», lamentó.