—¿Qué tenéis preparado para vuetra actuación del próximo día 11 de agosto?
—Hemos apostado para ir con la banda de Ibossim completa, vamos a ir acompañados de Luís González a la guitarra, Noemí Escudero a la voz, Omar Guzmán a los teclados, Pedro García el Brekón al cajón, Marcelo Tumbalatimba a la conga, Hernnando Panpa a la flauta y saxo, Joan Marí a la batería y Lidia Escudero al baile. Estamos muy contentos de estar en las Festes de la Terra porque somos una banda local. Nosotros internacionalmente hemos estado tocando muchísimo con el formato cuarteto en Emiratos Árabes, Dubai, hemos estado haciendo espectáculos durante todo el invierno y para nosotros esta oportunidad de tocar con artistas locales e ibicencos es una alegría.
—¿Qué sensación queréis que se lleve el público?
—Queremos poder transmitir nuestra música y que vean nuestra manera de actuar. Sí que es verdad que hay veces que tenemos un formato que es mucho más flamenco, pero en este concierto va a haber como dos partes: una que va a ser flamenca, donde haremos algunas bulerías, tango... y luego en una segunda parte habrá temas más animados, con un flamenco más actual, no rumba pero tirando rumba latina, recordando a grandes artistas que nosotros admiramos. Haremos un instrumental de ‘Chanela', de Paco de Lucía y algunas adaptaciones que hemos preparado como ‘Alegría de vivir' y sorpresitas que no quiero desvelar porque quiero que la gente que vaya a ver el espectáculo se lleve esa sorpresa. Hemos tenido unos ensayos y estamos muy contentos, porque suena maravilloso y vamos a entregarlo todo.
—¿Qué opina de las nuevas tendencias del flamenco?
—A la gente le gusta el flamenco, pero le tienen mucho respeto. Cada vez más la gente se atreve más a sacar nuevos sonidos. Veo muy bien innovar, siempre que esté dentro de la pureza y conservando el flamenco. Todo lo que esté bien hecho y se haga con el corazón y se transmita, lo vemos muy bien. Nosotros hemos colaborado con bastantes djs haciendo voces, metiendo percusiones e incluso innovando con la electrónica. Somos una banda de Ibiza y nos hemos criado con esta música, la electrónica, nosotros tenemos nuestra esencia, pureza, nuestra cultura pero a la vez, estar en Ibiza te enriquece de muchas cosas porque te abre la mente a otras culturas y música como la electrónica. A lo mejor ningún flamenco pensaría que podría encajar.
—¿Hay afición al flamenco?
—Nosotros últimamente hacemos muchas villas para gente muy exclusiva e internacionalmente conocida. Cualquier fiesta que te contratan te encuentras a un número uno del tenis, del fútbol o un artista top que tu respetas y eso sorprende mucho. Nosotros lo que queremos transmitir es la esencia, lo que tenemos nosotros, porque la esencia de llegar a la gente es cuando vas al espíritu, al corazón, que es donde se transmite el flamenco. Nosotros además, no hacemos todo flamenco. Hacemos una parte de lo íntimo, de lo nuestro para que ellos vean realmente lo que es de verdad y luego vamos fusionándolo con otras cosas, más adaptadas a la música de ahora. Tenemos bastantes géneros, tenemos un repertorio de boleros, un repertorio de flamenco tradicional, flamenco del momento. La sensación que nos gusta a nosotros es que la gente te diga que le has puesto los pelos de punta y eso es cuando hacemos el flamenco puro: el cante, la guitarra, la serenidad, los silencios que hay entre un taconeo, el quejido de la voz con respiración y con pausa. Eso llega mucho más a la gente. Luego ya está donde la gente baila, da las palmas, se animan. Nosotros vamos de más flojito a más alto. Cuando la pureza se mezcla con la música de flamenco actual es cuando la gente más se entrega y se queda en ese misterio, en esa magia.
—¿Alguna actuación para recordar?
—Todas tienen algo especial. Una que recuerdo muchísimo fue una actuación que tuvimos en una villa, en la que estuvo Rubén Blades, el rey de la salsa. Estábamos tocando y no sabíamos quien había y de repente se subió a cantar con nosotros, compartimos música. Es la magia de Ibiza, que es un trampolín a todo el mundo y te puedes encontrar a cualquier persona. Él estuvo muy cercano, aprendimos. También hemos coincidido con Dua Lipa, tocamos para ella. En estos eventos la gente es muy cercana, disfrutando. También la experiencia en Emiratos Árabes es de las más bonitas que hemos pasado. Cuando llevamos el flamenco allí, fue un boom para nosotros porque la gente lo recibía increíblemente. Fuimos con el bailaor Eduardo Guerrero, Luís González y Noemí Escudero. También hemos actuado para Louis Vuitton, para Ivanka Trump, la hija de Donald Trump o djs como David Guetta. Nuestra música la escucha gente de todo tipo.
—Ibossim Flamenco es una gran familia.
—Somos todos familia. La cantante es mi mujer, yo el percusionista, la hermana de mi mujer es la bailaora y a la vez la mujer de mi hermano, somos dos hermanas para dos hermanos, y el guitarrista que es el tío de ella. Luego el grupo se va ampliando y tenemos colaboraciones. Llevamos más de 13 años.
—¿Cómo habéis evolucionado?
—La banda se formó en uno de los festivales de Ibiza y a partir de ahí hemos evolucionado. A lo mejor vemos un instrumento que encaja bien con el flamenco, como puede ser un instrumento electrónico, y si vemos que casa lo vamos juntando, hacemos como un puchero.
Nos enriquecemos de la música. Como yo venía de estar colaborando con artistas importantes del panorama del flamenco como Jorge Pardo, Agustín Carbonell, estuve de gira con ellos hasta que decidí afincarme en mi tierra que es Ibiza y echar mis raíces aquí. Ahora cojo cositas más exclusivas, poder viajar y ver las culturas del mundo.
—¿Es difícil hacerse un hueco en la isla?
—Ibiza me ha enriquecido en todos los aspectos. Ibiza no la cambio por nada, por eso la banda se llama Ibossim, que en la época de los fenicios y los cartagineses se llamaba así. Estoy contento porque ahora se está apostando mucho por la música, estoy viendo más música y cultura que nunca en Ibiza. Estoy viendo cosas muy bonitas gracias a Carmen Domínguez, a Fran, a Iván, que son gente maravillosa y desde el primer momento contactaron conmigo y me ofrecieron esta propuesta. Ha sido un gesto de mucha amabilidad hacia nosotros y confianza. Ibiza ha sido un trampolín de oportunidades
—¿Cómo veis el futuro?
—El flamenco sigue ahí, está vivo y así seguirá. No hay que preocuparse porque hay gente que sigue conservando la música, que sigue haciendo lo que es la pureza siguiendo la tradición de la guitarra, el cante y la voz. Luego están las novedades, que también me gustan mucho y hay que evolucionar en la música, pero siempre respetando lo que es el flamenco. También hay gente detrás que viene muy fuerte y que son músicos de verdad, músicos que aman el flamenco y que realmente sienten la música flamenca. Pero en estos tiempos está todo tan avanzado que hay que abrirse a las nuevas culturas y las nuevas músicas para sorprender a la gente. @ibossimflamencoibiza
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