Antonio Balibrea, director del Ibiza Pride, destacó con sus palabras que el colectivo LGTBI+ de Ibiza «se presenta más unido que nunca. Esta unidad también significa fortaleza. Todas las entidades ibicencas, como La llave del armario-Sa clau de s'armari, Chrysallis Illes Balears, Alas Salut i Sexualitat e IbizaLGTB, contamos con el respaldo nacional e internacional de nuestras respectivas federaciones: Felgtbi+, Chrysallis AFMT nacional y Cesida, con apoyo internacional a través de Ilga World», precisó Balibrea.
Por su parte, Toni Martí, presidente de la Asociación Llave del Armario destacó que «en este año de la educación alzamos nuestra voz para reafirmar nuestro compromiso con la diversidad, la igualdad y los derechos humanos en el ámbito educativo. Creemos en una sociedad inclusiva, donde todas las identidades y orientaciones sexuales sean respetadas y valoradas. Abogamos por una educación que celebre la diversidad sexual y de género. Todes merecemos un entorno seguro y libre de prejuicios, donde podamos expresarnos auténticamente sin temor a discriminación».
La psicóloga Alicia Martín reafirmó esta idea: «Por una educación que ilumine mentes y corazones, donde la diversidad sea la norma y la igualdad, nuestra bandera». Cindy, una mujer trans, destacó que «ser trans no es una moda: rechazamos esterotipos. Las personas LGTBI no somos enfermas; somos ateas, agnósticas, católicas, cristianas o de cualquier fe. Nuestra diversidad es nuestra fortaleza. No necesitamos terapias de conversión». Joan Viver, de la Asociación ALAS, destacó que en las Pitiusas «nos esforzamos por prevenir el contagio de VIH y contaoms para la salud integral de los ciudadnos con el centro de atención de infecciones de ETS consulta PreEP y también terapia postexposición en Can Misses, bajo cita previa».
Tras la lectura del manifiesto, el evento siguió con las actuaciones de Gorrión Dj, Mikey Slade, Mattia Pascal, Balibrea, Ambrick Channa, Gio Castellano y La Troya Ibiza Party.
3 comentarios
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Apoyo totalmente a la homosexualidad, pero creo que ya basta de tanto jaleo. Ayer tarde mi hija de 14 años vino después de dar un paseo con sus amigas, escandalizada y diciéndome que le dio asco escenas de gente desnuda y besándose a lo guarro, palabras textuales. Si piden respeto deben empezar por respetar, no hacer un circo.
El hecho de tener que reivindicar año tras año un derecho que ya nadie cuestiona, es una imposición en sí mismo. Respetando absolutamente todas las tendencias y posibles combinaciones, me parece una imposición del colectivo, y una reivindicación sin sentido. Es más, a estas alturas pienso que el tema terminará de "ser normal" el mismo día en que podamos ahorrarnos la reivindicación.
Dos cosas, ya cansa la turra permanente del colectivo exaltando, como si fuese un mérito, sus apetencias sexuales y, por otro, su incongruencia al pedir respeto justo cuando el Gobierno va a regularizar a medio millón más de ilegales de los que la mayoría vienen de una cultura antagónica a lo que representan.