Momento de la 'mascletà'. | María Parejo Ribas

«Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà». Así dieron inicio este sábado al mediodía a la mascletà Virgina Martínez, fallera mayor de Sant Antoni, y Lucía Castillo, fallera mayor infantil, para celebrar las fallas. Un evento que ha inundado Sant Antoni de pólvora, buen ambiente y, sobre todo, mucha alegría y ganas de pasarlo bien. Este año la falla de la localidad celebra su 25 aniversario, por lo que es más especial para ellos.

La localidad lleva siendo desde hace años un espacio donde los valencianos celebran esta popular fiesta. Tanto para Martínez como para Castillo, ser fallera mayor es «un sueño».


«Una ilusión»

«Llevo unos 6 años en la falla. Es una maravilla y de mucho valor que tengamos los ibicencos tengan esa empatía para poder conservar nuestra tradición más allá de nuestra tierra», agradece Martíniez, quien su corazón está dividido entre Ibiza y Valencia, su tierra natal. «Es un honor y un placer celebrarlo», añade la fallera mayor, quien indica que serlo «es una ilusión».

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La falla de este año tiene el lema de ‘Ja estem en falles' y tiene el significado de que, gracias a todos los que trabajan en las fallas, se puede hacer esta fiesta, ya sea el pirotécnico o el peluquero.
En cuanto a la ropa, ambas falleras mayores usan el tradicional traje, que se remonta entre el siglo XVIII Y XIX, época de gran expansión artística en Valencia.

«Soy fallera desde el año pasado, pero siempre he venido a ver las fallas porque me encanta el olor a polvo», cuenta la fallera mayor infantil, quien se siento «como si hubiera cumplido un sueño» al tener la oportunidad de tener este título este año.

Este domingo se podrá disfrutar de la cremà, momento en el que se queman las figuras que se han elaborado durante todo el año. Esta quema se llevará muchas cosas por delante, incluso buenas, pero es para traer un futuro mejor a los falleros.