«Nuestra función es trabajar con las mujeres y los niños porque son los colectivos más vulnerables. De alguna manera, y a través de nuestros proyectos, queremos conseguir que las mujeres se empoderen, que sean independientes», explica Roig.
Para ello, la ONG ha activado recientemente cuatro casas de soporte familiar ocupadas por mujeres que han enviudado o que han sido repudiadas por sus maridos. Con la ilusión de comenzar una nueva vida, ellas asisten a una escuela de formación profesional donde pueden acabar siendo tejedoras y, por tanto, aprender un oficio. En un año, hasta 120 alumnas se forman en este centro de Via Oberta a Nepal.
Las casas de soporte familiar acogen también a ‘shudras', la casta más baja de la población nepalí, siempre en riesgo de exclusión social. «Les facilitamos casa y unos huertos para que ellos mismos los gestionen. También, animales. Hemos acogido a una familia de siete miembros que estaban viviendo en la calle», recuerda Roig.
La entidad ibicenca está actuando también en dos colegios de la zona, con unos 500 alumnos por centro, donde mantienen un comedor en cada escuela y donde facilitan a los niños los obligatorios uniformes para estudiar. «Hacemos un seguimiento sanitario y de escolarización de los pequeños. Cuando pagamos un uniforme, escolarizamos a un niño. Antes, los niños se nos desmayaban y nos decían que no habían tenido tiempo de comer. Lo cierto es que no tenían comida y es una realidad muy dura», lamenta.
Roig recuerda que todas estas iniciativas, que benefician a unas 1.000 personas de manera directa, se pagan con donaciones privadas de muchos ibicencos solidarios dispuestos a colaborar. El presupuesto total de la ONG ronda anualmente los 20.000 euros.
Mediante la colaboración del Fons Pitiús de Cooperació, la ONG ha logrado impulsar la creación de depósitos y canalizaciones de agua que han transformado la vida a cerca de 3.000 nepalíes. «Es un cambio que cuando estás aquí y lo ves, emociona. Las familias pueden tener ahora un huerto, disponer de agua para los animales y contar con una buena higiene. Antes, para tener agua, debían caminar horas», destaca el ibicenco.
En la zona conocida como Área Smali, el proyecto de canalización de agua finalizará en septiembre, mientras que otras cuatro obras similares están ya terminadas y suministran agua a los vecinos. «Estos proyectos han nacido a raíz de sus peticiones, no de las nuestras. Es lo que nos pidieron y se ha podido cambiar la vida en cinco pueblos», relata Roig.
En sus redes sociales, también desde la ONG explican que este último proyecto es el «más imprescindible y ambicioso» puesto que traerá agua a cuatro aldeas que están a más de 1.300 metros de altitud. Este proyecto supondrá instalar una estación de bombeo que subirá el agua hasta el depósito de distribución.
Roig avanza que, de cara a 2024, su objetivo es recaudar fondos para cumplir la solicitud de los residentes en la zona: poder contar con una ambulancia: «Una comisión que representa a unas 7.000 personas repartidas en varios pueblos nos presentaron esta propuesta. El hospital más cercano está a 27 kilómetros, en un punto muy alto de Pokhara, y cada vez que alguien enferma sólo puede ir al hospital en autobús, que puede tardar hasta cuatro horas cuando hablamos de emergencias. Es un proyecto imprescindible que ya nos habían solicitado otros años, aunque no lo habíamos podido abordar».
El coste total de la ambulancia, con el pago de tasas y aduanas, puede ascender a 60.000 euros, por lo que se trata de una ambiciosa empresa que la ONG espera lograr a lo largo de este 2024.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.