La historia
David (Madrid,1997) nació con la condición de síndrome de regresión causal, algo que afecta a la médula espinal e impide que los nervios conecten correctamente con la espalda. Sin dudarlo, le atribuye a sus padres su afán de superación y su motivación, pues cuenta que ellos «siempre han intentado que sea autónomo y en el momento en el que quiera dar el salto a la vida adulta lo pueda hacer con las mayores condiciones posibles». La forma de hacerlo ha sido a través del deporte. David recuerda «desde que era un niño estar haciendo muchísimo deporte como baloncesto, natación, tenis, piragüismo, gimnasia artística, natación, golf, fútbol», deportes para los que su discapacidad no ha sido un impedimento, pues los más populares son fáciles de encontrar y los otros «hay que saber buscarlos», según afirmó. En lo segundo, David es un experto porque cuando se interesó por la gimnasia artística se topó con que no había adaptación y «ahí tuve que meter yo la cabeza».
Los alumnos pudieron ver en vídeos cómo ha sido la vida activa de David practicando los diferentes deportes a lo largo de su vida o cómo fue el proceso para obtener la licenciatura en Ciencias del Deporte (INEF) en una universidad pública. Un difícil proceso en el que él mismo cuenta que «debía subir siete pisos si no funcionaba el ascensor» o pasar por «dos medios de transporte» a diario, pero que «tenía que afrontar» para superarse. El mensaje fundamental que él lanza es que «la discapacidad no es un motivo para quedarse en el sofá sino todo lo contrario, es un motivo de motivación para salir a vivir la vida que merece ser disfrutada».
Su recorrido en el powerlifting, levantamiento de pesas, empezó en 2019 «de casualidad» cuando su entrenadora de gimnasia lo invitó a un entrenamiento y en ese primer intento se quedó a tres kilogramos del campeón absoluto de España «sin ningún tipo de técnica» y desde entonces no paró. En su primera competición el récord estaba en 83 kilos y él lo superó levantando 100, 110 y 113 kilos en su peso. Desde el 2022 posee la medalla de oro individual de Europa, y la de bronce europea también, con el equipo español. Además, es campeón absoluto y mantiene el récord de España por octava vez y es la primera persona con discapacidad de España que compitió en gimnasia artística.
Para completar la jornada, los pequeños y pequeñas de estos tres colegios practicaron tres deportes adaptados: golbol, fútbol con pelota sonora de cascabeles y caminata para invidentes. Realmente se pusieron en el papel de una persona con visibilidad reducida cubriendo sus ojos con antifaces mientras realizaban la actividad o dejando de usar las piernas para el golbol, un deporte con características de fútbol.
Algunos alumnos se mostraban más incrédulos que otros cuando intentaban moverse con los antifaces o sin usar las piernas. Sin embargo todos lo intentaban una y otra vez y se ayudaban entre ellos. Aru, uno de los más pequeños, tuvo que parar la pelota con con los ojos cerrrados, dejándose guiar por el sonido de los cascabeles y confesó que «no me gustó mucho», explicando «yo es que juego con pelotas normales, pero me divertí», sentenció. De su misma edad, Hugo aseguró tener «miedo a caerme» pero disfrutar en «la naturaleza que es lo que más me gusta». Por su parte, las más adultas, como Java y Alba, calificaron la actividad como «muy divertida», aunque también pasaron «un poco de miedo» y quisieron lanzar la idea de que «no hay que pensar que alguien puede hacer menos cosas solo porque no pueda ver o caminar bien», al tiempo que confesaron que a ellas les «costaría muchísimo jugar así toda la vida».
Por parte de los docentes, Eduardo Gil Pérez, aseguró a este periódico que «son actividades que van muy bien ya que estamos yendo hacia lo que es el DUA». En este sentido, el Diseño Universal del Aprendizaje es un modelo .que en educación ha empezado ahora y consiste en la inclusividad en que no haya barreras de ningún tipo», según precisó, obteniendo como resultado un futuro en el que «todo sea inclusivo».
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