Sant Josep se ha vestido este domingo de gala para celebrar el día grande de su patrón. Los tambores, las flautas, las castañuelas y las gaitas del Grupo Etnográfico das Mariñas, de el Ferrol, engalanaron el inicio de la solemne misa, presidida por el obispo de Ibiza Vicent Ribas. Un oficio para el que se abarrotó el templo josepí, donde prácticamente no cabía ni un alfiler, básicamente porque a los residentes se les sumaron un buen número de turistas del Imserso, que no dejaron en ningún momento de preguntar por la historia y las costumbres del municipio, especialmente a los voluntarios de protección civil que asistieron al acto.
Tras la misa, las ocho tallas con las que cuenta la iglesia salieron en procesión por los alrededores del templo, siendo la de San José con Jesús de niño la que cerraba el acto, seguida por el Obispo de Ibiza y por el resto de clérigos y políticos.
Y tras la procesión llegó el momento más deseado por muchos, especialmente los amantes del dulce: el tradicional ágape de buñuelos y orelletas, en esta ocasión regado por un moscatel de la tierra.
Mientras se iban vaciando las últimas bandejas, el Grup Foklòric Sant Josep de sa Talaia llenó la plaza de la iglesia con sus acordes musicales y el tradicional ball pagès, seguidos por el Grupo Etnográfico das Mariñas, cuya principal función es la recopilación y la difusión de cantos populares, danzas gremiales, bailes, indumentaria popular de diferentes clases sociales de los siglos XVIII y XIX, e incluso instrumentos musicales del norte de Galicia.
Los más pequeños de la casa pudieron disfrutar de los juegos gigantes de Jugueroix en las inmediaciones del Ayuntamiento, mientras que Musicaires Swing Band amenizaba la hora del vermut. Ya por la tarde ha habido espectáculo para toda la familia a cargo de la compañía La Churry, y la jornada concluirá con el concierto de La Banda de Late Motiv.
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