Está abierto desde las 11.00 a las 14.00 horas y desde las 17.00 a las 21.00 horas y entre los vendedores, como ya es habitual en ediciones anteriores, hay disparidad de criterios sobre cómo están marchando las cosas, aunque la mayoría espera que estos próximos días, de cara a las compras de los Reyes Magos, se pueda sentir un pequeño impulso extra.
No en vano, la mayoría opina a Periódico de Ibiza y Formentera que el mercado está mucho más tranquilo que en años anteriores como en el caso de Antea, una joven pintora que ofrece originales cuadros de distintos tamaños, o Lala, vendedora de productos de plata y joyería. «Es un buen sitio para poner los puestos y siempre viene vender en esta época del año pero se está notando que la cosa está mucho más tranquila, sobre todo por las mañanas».
Una opinión muy parecida a la de la joven Yuma, encargada en el puesto de su abuelo Miguel Ángel Guillem, creador de bisutería y belenes pageses. «No nos podemos quejar porque las ventas están siendo buenas pero sí que es cierto que se nota que hay menos clientes porque hay mucha más gente que se ha marchado de la isla que en otros años anteriores».
Ella, junto a otras como Ana Luz, vendedora de bisutería y crochet, y la artesana Carol Tur, que trabaja en su puesto elaborando joyería y algo de textil, son de las optimistas. La primera de ellas asegura con una gran sonrisa que les está yendo muy bien y la segunda, aunque también está contenta en su primer año en el mercado, sí que echa en falta alguna alternativa más que pueda ayudar a dinamizar las ventas. «Está siendo más o menos parecido que otros años pero no nos podemos quejar porque al final cada vez más gente nos conoce, sabe que estamos en Vara de Rey, y bajan a comprar regalos especiales entre nosotros sabiendo que aquí ofrecemos productos que no hay en otros lugares».
Desgraciadamente, no los hay tan positivos. Es el caso, por ejemplo de Ana García, el primer puesto que encuentras según vienes desde Avenida de España al Paseo Vara de Rey. «Todo está esto muy muerto porque aparcar es imposible con las obras y lo poco que hay es carísimo, porque no hay alternativas de ocio que dinamicen la zona y porque además, según nos dicen muchos clientes, en Sant Antoni se están haciendo las cosas muy bien con puestos de comida, músicas y juegos e hinchables para los más pequeños».
1 comentario
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Pues mira por donde, las casetas de navidad de San Antonio no tienen problema de falta de clientela. Donde se ponga la cerveza, el vino y los cubatas que se quiten los productos navideños. Eso sí, aquí luego no hay nadie que se emborrache ni que se drogue. Eso sólo lo hacen los turistas y los temporeros. Jajajajajajajajajajaja.