En la legislatura pasada, en concreto en 2022, se anunció que la puesta en marcha de la balsa de riego de sa Rota era inminente tras unas obras de reacondicionamiento. Nada más lejos de la realidad: el nuevo Govern se ha encontrado que esta balsa no puede usarse porque falta lo principal, las conexiones eléctricas para bombear el agua y Endesa no está por la labor. Por ello, Govern y Consell se han puesto de plazo este año para que la balsa empiece a funcionar y están buscando otras alternativas. Es inconcebible que una infraestructura tan necesaria haya caído en el olvido durante tantísimos años.

La dependencia de los partidos de la financiación pública
A pesar de que Podemos se jactaba de no endeudarse y de financiar las campañas electorales sin recurrir a los bancos, la realidad es que esta formación, como todas las demás, tiene su economía completamente vinculada a los ingresos que percibe de las administraciones públicas. Sin diputados no hay ingresos y el partido morado no ha tenido más remedio que echar a sus trabajadores en las Islas y en otros territorios. Esta situación, que se repite en Cs, también se ha dado antes en otros partidos, como el PSIB y el PP.