El lunes pasado comenzó el juicio por estafa contra el ingeniero italiano de 94 años Adriano Trimboli. El tribunal advirtió durante la vista la especial circunstancia de la avanzada edad de dos de los cuatro acusados.

No obstante, Trimboli se mostró muy vital y enérgico en su declaración, llegando al punto de pedir a la traductora que le hiciese el boca a boca si se desmayaba.