Pretende dormir Repelús Sánchez con el brazo incorrupto de Santa Teresa? ¿Tiene un pajarito tropical que le habla secretamente al oído? El presidente de España acumula manías de dictador, sus lacayos le apodan el puto amo, su ego es psicopático y se comprende que el ex socio preferente de Ferraz, Aldama, le calificara de mitómano al salir de la trena.
La última ocurrencia de limitar la acusación popular y las investigaciones de la prensa como pruebas son características de un aspirante a tirano que pasito a pasito socava la democracia. ¿Que así para los casos de corrupción que le cercan del lecho al despacho? Bah, qué es eso para un tipo que amnistía a golpistas, barre las condenas de los Ere o suelta a miles de violadores a la calle. Si quieren ayuda, que la pidan. ¿De quién depende el fiscal? Pues eso.
Su celebración de la muerte de Franco en la cama es una maniobra de diversión ciertamente delirante. Como miente como el buey muge y su único objetivo es mantenerse en el poder al precio que sea, es lícito deducir que admira íntimamente la resistencia (¿o resiliencia?) del dictador que desentierra cada día. ¿El espíritu de concordia de la Transición, la labor fundamental del Rey Don Juan Carlos, la lealtad de las Fuerzas Armadas, la altura de miras de unos políticos mejor preparados, la fraternidad del pueblo…? Eso no importa al oportunista de calendario.
Es sintomático que su principal apoyo sea Zapatitos, hoy consejero de Maduro. Y el celebrante Sánchez, líder de la Internacional Socialista, nada dice sobre el robo de la libertad en Venezuela y menos del valor de Corina Machado. Debe ser que opina que entre dictadores los hay más iguales que otros.