Aprovechando que usted, estimado lector o lectora, probablemente sea conocedor de la situación que atraviesa nuestro club náutico no hay mejor momento que éste para pedirle amablemente su tiempo por unos minutos.
He sido regatista del Club Náutico Ibiza desde hace más de 20 años y, por este motivo, voy a centrar el foco en lo que más domino, que es la faceta deportiva. Los que me conocen saben que soy humilde y que no me gusta hacer ruido, pero esta vez voy a hacer una excepción para intentar darme la mayor credibilidad y repercusión posible. Soy ocho veces medallista nacional en categoría olímpica, he sido miembro del equipo preolímpico español y en categoría juvenil llegué a ser subcampeón del mundo. Mi opinión es tan válida como la de cualquiera de los centenares de regatistas que han pasado por el club.
Soy un adicto al deporte en general, incluyendo el fútbol, el ciclismo, el baloncesto o el atletismo. La vela es para mí, sin ninguna duda, el más completo que existe. A todos los factores que pueda tener cualquier otro deporte - técnica, estrategia, preparación física o psicología - se le añade uno más, que es fundamental: la variabilidad. Cualquier ligera variación del viento que el regatista sepa anticipar inclina la balanza en una competición.
He aprendido todos los valores que tengo y que intento no perder gracias a mi dedicación a la vela: desde compañerismo, determinación o constancia hasta algo tan sencillo como saber perder, felicitar a los rivales y trabajar para mejorar (de esto último es de lo que más nos falta como sociedad).
Siempre digo lo mismo: si la gente conociera la vela más de cerca estoy seguro de que ésta entraría en muchas casas como alternativa al fútbol o cualquier otro deporte con mayor repercusión. Yo mismo empecé a navegar con siete años, combinándolo con el fútbol, el baloncesto o el tenis, y cuando llegó el momento de decidirme no tuve ninguna duda.
Ibiza cuenta con una de las mejores condiciones que he podido ver en el mundo para navegar durante todo el año y quédense con esta frase: el Club Náutico de Ibiza es la única posibilidad con la que contamos en el municipio para poder introducirse en este deporte.
Que no les engañen: es un deporte perfectamente accesible para todo el público general. Podría poner decenas de ejemplos de personas muy humildes que han tenido muchos años de trayectoria dentro de la vela.
Y por mucho que no todo el mundo quiera verlo así, el Club Náutico Ibiza siempre estuvo y estará abierto a todo el mundo y continuará siendo la alternativa más accesible para que la sociedad ibicenca no viva de espaldas al mar.
Hagamos todo lo posible para no perder nuestro mar de posibilidades.