Ayuntamiento de Sant Antoni. | Archivo

Usted no buscaba la unanimidad por Palestina, buscaba un titular contra el PP. Yo sí creo que en diálogo y el consenso». Son palabras del portavoz del PSOE en Sant Antoni, Antonio Lorenzo, ante la crítica de la concejal de Podemos, Angie Roselló, por no haberla respaldado en una disparatada moción de condena a Israel por la guerra en Gaza y con la que cuestionaba, incluso, a los servicios de contratación del Consistorio de la Villa de Portmany, apelando a que debían velar por el cumplimiento del respeto a los derechos humanos en los contratos municipales.

Confieso que el tuit de Lorenzo me ha sorprendido porque, por desgracia, la mesura y la sensatez no son seña de identidad de la clase política en general. Lo cierto es que durante el pleno en el que se debatió esta propuesta, celebrado el jueves pasado, el alcalde Serra pidió en numerosas ocasiones a Roselló dejar este punto de la moción sobre la mesa para poder analizarlo en profundidad. Pero la podemita, que ya fue objeto de investigación como profesora por un feo asunto de supuesto acoso a un alumno de origen israelí, se negó en redondo. Así que me imagino que sí, que Lorenzo tiene razón, y que lo único que buscaba Roselló era poner en un aprieto a un PP que, por otro lado, y también sorprendentemente, se abstuvo y mostró más simpatías por los gazatíes que por los israelíes. Deberían sus compañeros de partido, los de Lorenzo, tomar nota y, al menos en sus intervenciones plenarias, apearse de la soberbia y la prepotencia porque, si no, lo tendrán cada vez más difícil para convencer. Bueno, si es que queda algo del PSOE después de sus pactos con los supremacistas catalanes. Eso sí que es canibalismo y no lo de la La Sociedad de la Nieve (si no han visto la película, háganse un favor y véanla. Dios está en todas partes, hasta en las más insospechadas).