Vivimos en momentos muy convulsos. Guerras en diferentes puntos del mundo, inestabilidad política nacional, desacuerdos en un pacto que nos gobierna en Baleares. Desde el más amplio espectro hasta la realidad de corto alcance. La historia reciente se presenta tozuda por una sencilla razón, nos cuesta empatizar, ponernos en el lado del contrario, intentar buscar consenso desde el diálogo. Es más fácil la confrontación y dejar que todo salte por los aires independientemente de sus consecuencias.

Esa falta de consenso, de no querer ponerse en los zapatos del otro y de ceder para hacer la vida más fácil a los demás se ha dado también en el comercio de Baleares. Hace escasos días aprobamos casi por unanimidad la apertura comercial de los diez días festivos. Parece baladí pero no lo es ya que es la primera vez desde la Ley 11/2001, y la renovada de 2014, que se logra un acuerdo casi unánime en el sector comercial. Desde aquí, y desde mi humilde posición de presidente de AFEDECO, quiero felicitar a todos los que lo hemos hecho posible porque demuestra la madurez y sensatez del sector para resolver las cuestiones que nos afectan. Pero al casi le falta el todo. La nota discordante la ha puesto ANGED, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, que no ha estado de acuerdo con las fechas elegidas y por la exclusión de otras que ellos consideraban clave.

Como presidente de la patronal mayoritaria de Comercio de las Islas Baleares me gustaría hacer una reflexión hacia las pretensiones de ANGED porque en las negociaciones siempre hay una parte de cesión, una pequeña derrota personal para conseguir una victoria en común y más cuando se trata de organizaciones tan diferentes como las que hemos formado parte de la mesa de diálogo. Hablamos de patronales de comercio, de comercio de proximidad, de pequeño comercio. Hablamos también de sindicatos, como UGT, CCOO y USO, incluso del Consejo Asesor Interinsular de Comercio. Cada uno con sus objetivos y, en ocasiones, diametralmente distintos unos de otros pero hemos sabido enfocarnos en todo aquello que nos une en vez de defender lo que nos separa.

Me gustaría añadir que en el acta que firmamos también cerramos filas con las llamadas Zonas de Gran Afluencia Turística, ZGAT, y el número máximo de días festivos en estas áreas. Una cuestión más que nos ha llevado a poner paz en el sector comercial desde la aprobación de la última versión de nuestra ley.

No es tan difícil llegar a acuerdos. Es más, es mucho más sencillo sumar y multiplicar que restar y dividir, especialmente en los tiempos en los que nos ha tocado vivir. Pensemos en los demás, pensemos en los comerciantes que se tienen a ellos mismos como únicos empleadores, pensemos también en esas empresas que tienen trabajadores, independientemente del número o del tamaño de la empresa. Pensemos que quizá ellos también prefieran que haya paz social en el sector. Porque solo desde el entendimiento seremos capaces de mirar hacia el futuro con optimismo.