El tacógrafo es un aparato de control que se instala a bordo de ciertos vehículos de carretera, para indicar y registrar de manera automática o semiautomática, los datos relativos a los kilómetros recorridos y a la velocidad de los vehículos, así como los tiempos de actividad y descanso de sus conductores (Fuente: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana).
Básicamente es un sistema de control para evitar los abusos y la sobreexplotación sobre las personas trabajadoras responsables del manejo de vehículos que suelen ser voluminosos y de gran tonelaje (camiones y autobuses) que en caso de agotamiento o causas similares, no solo se juega la vida la persona responsable del vehículo, nos la jugamos también las personas usuarias que en ese momento tengan la mala suerte de coincidir.
Afirmar como afirma el Vicepresidente segundo del Consell d'Eivissa, Conseller de Innovación, Transparencia Participación y Transportes, Don Javier Torres que en un lugar como Ibiza el uso del tacógrafo no está justificado y que «desde que es obligatorio usar el tacógrafo en nuestra isla, no existe ningún estudio que demuestre que ha tenido un impacto positivo sobre seguridad de los conductores». Es no querer ver la realidad de lo que pasa en nuestra isla, donde falta mano de obra por doquier y las empresas se quejan de la falta de personal trabajador (al mismo tiempo que niegan subidas del Salario Mínimo Interprofesional), obligándolas a estirar las jornadas laborales e incumpliendo los convenios pactados con los sindicatos mayoritarios.
Tacógrafo tendrían que llevar todas las personas trabajadoras de la isla en su puesto. Desde las camareras de piso hasta los albañiles, pasando por los camareros y camareras de cualquier local de la restauración. Que quedasen reflejadas las horas trabajadas, así como la carga y los ritmos de trabajo, obligando a las empresas a pagar por nómina todas las horas extras realizadas según el convenio que correspondiera y exponiéndose a la posible sanción de la Autoridad Laboral (el número de horas extra que se pueden realizar están reguladas).
Volviendo al transporte. El tacógrafo es una garantía de que se cumple la Ley, cuando dicen que hay otros «muchos» métodos de control de la jornada, es invitar a suprimir un elemento de control que marca la velocidad, las pausas y los kilómetros realizados, es abrir la puerta al abuso empresarial, es eliminar una trinchera que protege a las personas trabajadoras de dichos abusos y que protege sus vidas y las vidas de los demás usuarios de la red viaria.
Nadie plantea que se supriman los controles de drogas y alcoholismo sobre los conductores y conductoras por las mismas razones de seguridad que no se deban quitar los tacógrafos.
Los tacógrafos, es prevención, son seguridad de que se cumplirán unas garantías que revierten en el conjunto de la sociedad, no sólo porque evita la explotación laboral y reduce a posibilidad de un accidente por agotamiento o cualquier otro motivo que puede causar el estrés por sobrecarga de trabajo, sino porque su sola presencia hace que el conjunto de nuestras carreteras sean más seguras, por el miedo a las posibles sanciones que puedan derivar de su incumplimiento reflejado en la recogida de datos que realiza el aparato.
Defender la retirada de los tacógrafos, no es sólo un guiño a las empresas transportistas, es una cuestión ideológica que representa la defensa neoliberal económica. Es la clara intencionalidad de adelgazar los elementos de control de la Administración y facilitar la «liberación» del Estado que cumple con sus obligaciones de vigilancia sobre este sector.
El tacógrafo se introduce en España gracias a pertenecer a la Unión Europea, aplicando legislación que emana de sus Órganos. ¿De verdad que es necesario este debate? ¿En serio es necesario un «estudio» para demostrar el impacto positivo que pueda tener el tacógrafo?
La imposición del tacógrafo ya se estudió y se demostraron sus efectos positivos para todas las carreteras de Europa. Desconozco qué particularidades técnicas de asfaltado y tipo de carreteras hay en Ibiza que nos haga tan especiales y diferentes al resto de carreteras de Europa como para querer retirar el tacógrafo.
Si faltan profesionales en el sector, y no hay personas trabajadoras dispuestas a ganar un salario en un territorio como es Ibiza, la solución no es retirar el tacógrafo para alargar la jornada laboral y reducir las pausas establecidas. La solución podría pasar por la regularización de los alquileres o reducir la presión turística sobre el territorio... ¡Ay! ¡Que no se puede!, que si el libre mercado y esas cosas. Pues nada, si faltan personas trabajadoras, suban los salarios y asuman los costes con sus beneficios.
1 comentario
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Dice esto y su grupo voto a favor en Ibiza y Menorca de quitar el tacógrafo en las islas. Menudos hipócritas hay en Podemos, vaya tela...