Los enfermos de cáncer de Ibiza han anunciado que se manifestarán cada 15 días a las puertas de Can Misses hasta conseguir que el Govern deje de desmantelar el sistema sanitario público en esta isla. Junto a ellos se han posicionado todos los partidos salvo el PSOE y Unidas Podemos, que son los responsables a nivel autonómico de que la situación sanitaria de Ibiza sea la que es. En público no se atreven a decirlo pero, en privado, aseguran que todo es una maniobra política de la pérfida derecha para reventarles las elecciones de mayo. Hay que tenerlos cuadrados…

Afortunadamente, solo conozco a una persona que esté sufriendo este desmantelamiento. En Urgencias de Can Misses le dijeron días atrás que tiene que «acostumbrarse a vivir con la enfermedad» y que ha de entender que eso de ver al oncólogo cuando a ella le apetezca es un caprichito que lo público no tiene que asumir. La última vez que vio al especialista fue a principios de diciembre y, a pesar de que su situación no es precisamente buena, no ha vuelto a saber de otro.

Más o menos por las mismas fechas, Rafa Ruiz, el Pisha de Can Botino, decía en una rueda de prensa, sin que se le cayera la cara de vergüenza y, obviamente, en catalán, que el Govern de su jefa Armengol cuida de todas las islas por igual. De la salvajada que le están haciendo a los enfermos de cáncer, ni media palabra. Buen lacayo.

Silencio mantienen también los serviles Josep Marí Ribas Agustinet y Pilar Costa. Entre ambos suman la friolera de 67 años viviendo de lo público a costa de los ibicencos y gracias a Armengol. Que su mutismo tenga una explicación, el sillón, no lo convierte en menos repugnante. Ja s'ho trobaran.