En Mallorca son muy famosas las cuevas del Drach, en Porto Cristo, cuatro grandes cuevas de 25 metros de profundidad y más de un kilómetro de longitud. Conservo la imagen de un laúd navegando iluminado entre las aguas negras del fondo y de las estalactitas y estalagmitas destacadas por luces y sombras como esculturas surrealistas. Por cierto que en Mallorca hay de todo; está Orient, Betlem, Galilea, etc. No hay que molestarse en viajar a Oriente Medio ni en subir al Calvari, entre otras cosas porque también está en Pollença. En Ciutadella tenemos la Cova de s'Aigua, con mucha menos agua que en las del Drach, pero un agua cristalina donde se ven restos humanos y todo. Está llena de fragmentos cerámicos de la cultura talayótica, de modo que los primitivos ya se cobijaban allí. Porque muchas cuevas fueron habitáculos entre nosotros hasta la llegada de los romanos, y aun posteriormente. Incluso en los años cincuenta de nuestra era muchos se metían en las cuevas de las calas para pasar algún tiempo de asueto –anar a romandre–, salir a pescar, beber gin como aperitivo y vino con la consecuente paella, y cantar que el amor es como el vino, quien lo bebe ríe y llora y algo más. Lo interesante era el ‘algo más'. Otra cueva bastante grande es la Cova des Pardals, cerca de Son Xoriguer, en Menorca. Fue utilizada por pescadores y también contrabandistas –estraperlistas. Pero para hablar de cuevas realmente grandes hay que viajar a Italia, a las cuevas de Frasassi, situadas en la provincia de Ancona. Se trata de una red de cavernas, de las que la primera, La grotta dei Fiume (la gruta del río) fue descubierta en 1948. Luego, en 1971, se descubrió La Grotta Grande del Vento, tan grande que fue llamada Abisso Ancona (Abismo Ancona) que tiene 240 metros de altura y podría albergar a la catedral de Milán, que puede dar cabida hasta a cuarenta mil personas. Cuando vengan los extraterrestres –o cuando estalle la próxima Guerra Mundial– habrá que buscar refugio en una de estas cuevas y no salir de ella, y entonces será como volver a los orígenes y vivir en un Blade Runner prehistórico.
Opinión
En la cueva
26/09/22 3:59
También en Opinión
- Un mallorquín estalla por una multa tras aparcar su moto en la zona azul de Ibiza: «Es una atrocidad»
- Los médicos apoyan el ‘multazo’ de 300.000 euros por el acto negacionista de Miguel Bosé y Josep Pàmies
- Un ibicenco encuentra el amor en First Dates
- «Ibiza se nos ha ido de las manos»
- Siete de cada diez urgencias atendidas en Can Misses podrían haber sido atendidas en Atención Primaria
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.