El plan especial del puerto de Ibiza prevé mejoras en la zona del muelle viejo para así volver a atraer cruceros a esta zona portuaria. Se trata de un turismo que se ha visto obligzado a paralizarse por la crisis del covid, pero al que no hay que dejar de lado cuando se pueda retomar en condiciones de seguridad. El gasto medio del crucerista es un poco más elevado que el que llega en avión o barco, además de que suelen apreciar la gastronomía y las compras por la isla.
Aire fresco para Sant Antoni
Ana, Virginia y Rebeca Marí son tres hermanas que se han puesto al frente del negocio familiar, unos apartamentos turísticos en pleno centro de Sant Antoni, para darles una nueva vida y seguir con el negocio creando Stic, un cuatro estrellas con 41 habitaciones. Lo fácil para ellas hubiera sido vender este establecimiento turístico a algún fondo inversor extranjero, pero «hay que luchar por nuestra tierra y nuestro legado», afirman, y, por ello, están dispuestas a asumir el riesgo económico que supone.
2 comentarios
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Solo causan problemas. Todos quieren subir a la misma hora en taxi a Dal Vila, colapsan el tráfico,no gastan nada. Los generadores de estos barcos consumen gas-oil pesado,que contamina más que todo el tráfico rodado de Ibiza. También tiran los residuos al mar cuando están en alta mar triturando la basura. A alguien le suena ver trozos de plástico triturado en la playa? Alguien le suena ver tratamiento de basura de estos masdotontes Del Mar ?
Al contrario,hay que darle la espalda totalmente.Los cruceros son gigantes contaminantes que aportan muy poco.