Los hosteleros del barrio de Ses Figueretes están alarmados por la cantidad de ratas que han tomado la zona. Son roedores arborícolas y hasta tropicales, suben a las palmeras donde anidan y bajan a por las sobras de la comida que se dejan los turistas. Se adaptan al medio como vemos en los documentales de los animales salvajes de la India o de África. En el caso de Ibiza que, además de aguas fecales y depuradoras incontroladas, tengamos ratas como morlacos paseando alegremente entre las terrazas mientras el guiri cervecea, o bien no lo tomamos como un guiño al animalismo imperante o bien como una irresponsabilidad del político con mando en ese negociado municipal que a lo mejor se pasa el día pensando en universales, en el cambio climático, o en el Che Guevara y no le queda tiempo para tener sin ratas Vila que es su obligación y para lo que cobra, pues para temas más gordos ya tenemos representación en la ONU y al presidente Sánchez con su política Global. En Palma está pasando lo mismo, aumentan las ratas según el último recuento llevado a cabo por el alcalde Hila, pero lo importante ahora es la corrida del viernes en el Coliseo Balear, eso si que va contra los ecoprincipios. Que los empresarios con terrazas y restaurantes, que pasan todo tipo de inspecciones de limpieza, de manipulación de alimentos, que encima tienen que aguantar al Chicote de turno o a una de esas parejas estultas que van por la vida de comentaristas pijos de tripadvisor, que esos emprendedores que crean puestos de trabajo y pagan impuestos de basuras, tengan que ver ratas, pacientes como gatos, esperando las migajas, pues no es de recibo; bien es verdad que en la guerra se comían las ratas, bocado exquisito. Y hasta Cela se merendó una rata con toda su asadura en un celler de Inca: todo es cuestión de planteárselo.
Opinión/Jesús García Marín
Las ratas
08/08/19 4:01
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1 comentario
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Es que es un Paseo que está mal diseñado por completo, no tiene sombras y en verano te cueces, no tiene verde y parece un páramo. Las baldosas, color casi blanco, no dan tregua reducido las playas a base de maderas donde habitan ratas que salen al atardecer, ¿A quién se le ocurre (técnico arquitecto, diseñador) meter un entablillado de madera, encima de una playa de arena? en sus huecos, por debajo, se meten personas, cosas desagradables y ratas. Claro que no es de extrañar, ya que dicen que el que lo diseñó es el mismo que hizo lo del hotel One, levantando ilegalmente la construcción ocho metros más de lo permitido con el beneplácito del ayuntamiento