Esta peculiar catalogación que vuelve a poner de manifiesto no ya su ignorancia, de sobras conocida, sino que además es un pobre infeliz que se cobija bajo la sombra que más sobra le da aunque sea de la burguesía catalana, le ha valido las críticas incluso de su gran amigo y compañero de correrías, Pablo Hasél (quien al menos tiene más gallardía y está dispuesto a ir a la cárcel por pura coherencia, no como él).
Y también de Pablo Echenique, quien opina que Puigdemont le ha «lavado el cerebro». Se equivoca el secretario de organización de Podemos, porque eso sería si hubiese ahí dentro algo que lavar.
Afirma el Josep Miquel Arenas, huido de la Justicia a Bélgica, que no cree en partidos ni en siglas, sino en personas. Debe referirse a las que no desea la muerte por compartir su misma ideología o por ser un servidor público, porque al resto ya ha rapeado lo que les desea. Lo desea tanto que incluso lo ha dicho sin rapear, lo que ha motivado nuevas denuncias que según él, le impedirán volver algún día a España.
Lo que no es cierto, porque nada le impide volver excepto su cobardía para asumir las consecuencias de sus actos. Cada vez que se califica de rapero a Valtonyc, algunos grandes artistas de este estilo deben retorcerse de dolor. Y cada vez que se dice de él que es mallorquín, muchos sentimos vergüenza de que se asocie a un ‘hater' como él con nuestra tierra. Quina creu!
Se habla mucho del derecho a la libertad de expresión de Valtonyc y muy poco del derecho de aquellos a quienes él desea públicamente la muerte, de forma dolorosa y cruel. ¿Por qué tiene nadie que soportar sus expresiones de odio y sus deseos de exterminio? Porque es artista y lo dice rapeando… Si yo escribiese aquí mismo lo que opino de él y de quienes le dan apoyo, enalteciendo comportamientos y valores ruines y miserables, ya estarían pidiendo mi procesamiento por delito de odio. Como no soy anarquista...
1 comentario
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Hay opiniones que pueden resultar hirientes pero son legítimas. La crítica social, económica, política o científica, puede resultar molesta para algunas personas, pero son necesarias. El derecho a la crítica, aun cuando esta sea desagradable, para quien lo soporta, forma parte del proceso creativo de las sociedades modernas. Los escritos de Galileo o Copérnico pudieron resultar lamentables para sus inquisidores, pero hoy han demostrado ser un avance para la ciencia. La evolución del pensamiento humano va unida al derecho a la crítica, sea esta ofensiva o no, y el concepto de ofensa es algo subjetivo y que varía lo largo del tiempo. Lo que podía resultar ofensivo en el siglo X no lo es mil años después...ésto es parte de un artículo intesante, copy- pega que esta de moda ,lea Perpi... lea