Es incomprensible que Biel Barceló, vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, líder de Més per Mallorca, partido sucesor del histórico PSM, azote de la corrupción, haya caído en semejante error. Aceptar la invitación que le hizo Juan Antonio Bauzá, el director y presentador del programa ‘Fora de Joc' de Canal 4 TV, para viajar junto a otros miembros y colaboradores del programa hasta Punta Cana, en la República Dominicana, a costa de la empresa Globalia, de Juan José Hidalgo, fue incurrir en un error de principiante. Creer que nadie se enteraría, error aún mayor. Pero ya antes erró (por acción o por omisión) al permitir que algunas consellerias y departamentos de Més contratasen (como por cierto, también hizo el Consell de Formentera), a su jefe de campaña electoral, Jaume Garau. Este cúmulo de irregularidades le habían colocado en la cuerda floja. Incluso Alberto Jarabo le advirtió solo hace un par de semanas de que Podem no le pasaría “ni una más”. Y así, al trascender su viaje gratis total donde, encima, no participó en la tertulia deportiva que fue emitida desde Punta Cana, se ha visto obligado a dimitir y a marcharse a su casa. Porque con los contratos de Garau no se puede decir que nadie, excepto Garau, saliese beneficiado. Pero un viaje gratis total a Punta Cana es un regalazo que prohíbe el código ético del Govern, además del sentido común. Cuesta comprender cómo un político veterano y astuto como él no calculó las consecuencias de ese viaje. El aquelarre que sus propios compañeros le montaron ayer tarde no le dejaba otra salida. Y es que pone los vellos de punta pensar lo que habría dicho él si algo así lo hubiera protagonizado un conseller del PP o de cualquier otro partido. Lamentable que haya caído de esta forma, con un comportamiento tan poco ético. Lamentable e incomprensible.