Era demasiado bonito para ser cierto: el éxito del turismo en España en 2017 era tan escandaloso que no podía salir indemne. Y ha sido en concreto en la Comunidad que recibe mayor número de extranjeros, uno de cada cuatro. Cataluña ha recibido 8,6 millones de visitantes extranjeros en la primera mitad del año. Y súbitamente, la pesadilla aparece: el turismo español recibe el mayor golpe en el mejor año turístico de nuestra historia. Bien elegido el lugar, un núcleo del turismo español, Barcelona y Cambrils. El Islam en Cataluña.

Pasado el pasmo inicial y conocidos los errores de bulto cometidos por los Mossos, será el despacho de la ANC separatista quien tome la organización y los servicios de orden de la gran manifestación, con lo cual una vez más, Cataluña sale en la prensa mundial como ejemplo de torpe discordia y uso político de los ánimos sensibilizados. De repente, el Islam desaparece de las pancartas. Todo el problema, para los catalanistas es que Felipe VI se dedica a vender armas. Falso. Surrealista. Materia prima para una comedia de Boadella.

Entre una cosa y otra, muchos agentes que se dedican a esta actividad primordial para toda España (supera el 14% de nuestro PIB) quedan temblando a la espera de las reacciones. ¿Afectará a nuestras reservas? Si los mismos hechos luctuosos afectaron a Grecia, Turquía, Líbano, Siria, Jordania, Egipto, Libia, Túnez, Argelia y Marruecos ¿cómo no van a afectar en España?

Antes del atentado ya se sabía que los operadores estaban desviando turismo a Italia, Grecia y Turquía, aunque en cantidades reducidas. A los pocos días, por mucho que se intenta no darle difusión, familias europeas piden cancelar sus reservas en Baleares y en la Península. Es difícil explicar con datos el grado de incidencia negativa, porque coincide con el cierre de la campaña de agosto y de todas formas siempre hay una bajada notable en el número de turistas en septiembre.

Además los turistas saben que en España estamos en alerta 4 "reforzada", es decir en máxima alerta. Ojo.

@MarianoPlanells