La semana pasada hubo manifestaciones contra las reválidas «franquistas», un adjetivo que nunca falla cuando se trata de demonizar algo. Creo que los organizadores se quedaron cortos y deberían haber exigido la supresión de los exámenes, del Código de la circulación, de los cuñados y, ya puestos, de la ominosa ley de la gravedad que nos oprime. El tema tiene fácil solución: se presenta una proposición de ley con el artículo único siguiente: «Todo español, por el mero hecho de serlo, tendrá derecho a un título universitario de su elección de entre los siguientes: Licenciado en Solidaridad ilimitada, en Benevolencia universal, en Aritmética inexacta, en Actividades lúdicas, en Ciencias relacionales, en Tomatología aplicada y en Reivindicaciones múltiples. Los títulos se expedirán mediando el pago de una tasa de un euro y tendrán validez en todo el territorio nacional, exceptuando las comunidades históricas, que expedirán los propios». Con dos errejones.
OPINIÓN | Melitón Cardona. Diplomático jubilado
Las reválidas franquistas
Eivissa30/10/16 0:00
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2 comentarios
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La razón que asiste al articulista denunciando la cultura de la queja, del victimismo, de la benevolencia tontuna que se ha apoderado de la sociedad, la pierde cuando parece defender un régimen miserable, mezquino y despótico. Y, aunque la metafórica broma se le entiende, que no desespere: muchas de las cosas que cita desaparecerán, y sin necesidad de Real Decreto, que es como se hacía todo en el franquismo, aunque a él parece que le entusiasmara este modo de proceder.
Por ese camino vamos, y a toda prisa. Demoledor. Entre la cobardia de unos y la ignorancia militante y prepotente de otros. Subvencionados generosamente, eso si.