Gracias al pragmatismo de la clase política gobernante y de la Autoridad Portuaria de Balears, los ferry boats dedicados al tráfico de pasajeros que navegan entre los puertos de Eivissa y de la Savina no tendrán que amarrar en el muelle comercial norte, sino que podrán operar en el de los pescadores, muy cerca del Club Náutico Ibiza. En realidad, la estación marítima solamente se desplazará unos 200 metros. En cambio, los buques de carga mixta (pasaje y vehículos) sí operarán en el muelle comercial. De manera que las buenas gentes de Formentera podrán desembarcar y embarcar cerca de la ciudad, como hacen hora, y los excursionistas tampoco salen perjudicados. En pocas palabras, me siento feliz porque un servidor siempre se había mostrado contrario al cambio de muelles. En cambio, no entiendo la postura adoptada por el Partido Popular, quejoso de que no los habían avisado ni informado ni tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones relacionadas con la nueva estación marítima. A mi entender, el Partido Popular parece no entender que tanto en el Ayuntamiento de Eivissa como en el Govern balear están en la oposición y que es muy lógico que los que gobiernan se quieran poner las medallas. Así que ahora les tocaría (a los populares) alegrarse de la victoria conseguida por el Consell Formentera y el Ayuntamiento de Eivissa. En realidad, los formenterenses siguen sufriendo ‘insularidades’, pero, afortunadamente, no tantas.

De muy buena información ha de calificarse el hecho de que el Ayuntamiento de Sant Antoni haya tomado la decisión de que no quiere nuevos beach clubs ni hoteles con músicas al aire libre. Al parecer, hay un proyecto de hotel disco en la zona de la Punta des Molí y es lo que quiere impedir el Ayuntamiento. Además, para que el tema quede «atado y bien atado», el pleno municipal pedirá al Govern balear que se modifique la Ley Turística. El PP, que se abstuvo en la votación, argumenta que sería más rápido cambiar las actuales normas urbanísticas, pero a mi entender es mejor la intervención del Govern balear. Sin duda, el Ayuntamiento de Sant Antoni quiere acabar con el aumento de la contaminación acústica y seguir los pasos de los ayuntamientos de Santa Eulària y de Sant Joan, dos municipios que han sabido prescindir (desde hace muchos años) de turoperadores especializados en traer un turismo joven que ahuyenta al turismo familiar. Por cierto, cabe recordar que Santa Eulària ha impedido recientemente que una instalación hotelera ubicada en Cap Martinet se convirtiera en una lujosa discoteca al aire libre.

Y sigo en la Punta des Molí de Sant Antoni para recordar que en el terreno adosado al Hotel Hawaii se estudió hace años la posibilidad de ubicar allí un museo marítimo. Recuerdo que el alcalde era Antoni Marí Tur ‘Botja, Antoni Marí Calbet el presidente del Consell d’Eivissa y que el estudio de museo sigue durmiendo el sueño de los justos. . Creo que es un tema importante que se debería recuperar para dotar a Sant Antoni y a la isla de Eivissa de un museo naval que nos daría prestigio cultural.