Se han convertido en uno de los vehículos de información más veloces que existen. Por ellos circulan todo tipo de noticias, avisos, denuncias, quejas, consejos... Son los grupos de Facebook, un provechoso cajón de sastre en el que puedes encontrar de todo, como en botica, y a través del cual cientos de personas de una misma comunidad o territorio estrechan sus lazos poniendo cualquier novedad o hecho curioso en común. Como sucede con Twitter, los grupos de Facebook, en concreto aquellos de avisos o denuncias, están resultando herramientas de los más provechosas no solo para los ciudadanos, sino también para quienes canalizamos y tratamos la información. Son fuentes inagotables de noticias y muchas veces sirven para revelar infracciones, delitos o situaciones de injusticia.
Como todo en internet, debemos poner en cuarentena las noticias que cualquier ciudadano anónimo se presta a compartir con miles o millones de internautas, pero no es menos cierto que este tipo de mecanismos contribuye a que nos hagamos una mejor composición de lugar sobre aquello que sucede a nuestro alrededor.
Sirvan como ejemplo colectivos de afectados (por los alquileres), grupos de foto denuncia o de crítica y opinión (No eres de Sant Antoni si...). A través de estos canales, cualquier ciudadano puede compartir con sus vecinos y representantes municipales, al instante y adjuntando fotos o vídeos, todo tipo de eventos e incluso sucesos tales como accidentes, robos o situaciones de riesgo. También pueden dar la voz de alarma sobre aspectos a mejorar de nuestro entorno o ejercer como grupo de presión frente a abusos y otros tratos arbitrarios. Siempre que se manejen con prudencia y cierto rigor, suponen herramientas prácticas y ventajosas para la sociedad.