Como en ocasiones nos comportamos como niños, nuestros ‘padres' están en la obligación de enderezarnos. La cuestión está en qué metodología aplicar para conseguir resultados. En Eivissa desobedecer las normas de convivencia y de respeto hacia los demás se ha convertido en costumbre. Frente a la masificación estival, los encargados de velar por la seguridad y el orden público se ven desbordados y mantener un mínimo civismo escapa al control de las autoridades. Pero hay que buscar soluciones a esta encrucijada. No vale con hacer la vista gorda, lloriquear y pasarle la ‘patata' al de enfrente. En lugares como Platja d'en Bossa, el West End de Sant Antoni o sa Penya, por poner varios ejemplos, parece que todo vale. Sobre todo en materia de limpieza y de respeto al prójimo. La mano dura no funciona. Es administrativamente ineficaz. Las multas y sanciones ‘leves' no traspasan fronteras y al infractor le ‘resbala' un tirón de orejas por parte de las fuerzas del orden.
OPINIÓN| Rubén J. Palomo
Refuerzo positivo ante el caos
Eivissa31/08/15 0:00
También en Opinión
- El centro comercial de lujo de Matutes abrirá en Ibiza este verano tras una inversión de 15 millones de euros
- Las recomendaciones de una joven antes de viajar a Ibiza: «La pobreza no está permitida»
- Venden un edificio en pleno centro de Ibiza por casi siete millones de euros
- Comunicado oficial del bar Can Sala de Ibiza
- Tiran restos de obra y escombros en los contenedores de la Plaza del Sol de Dalt Vila
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.