Transcribo unos párrafos de dos artículos, en mi modesta opinión, muy acertados. El primero del Sr. Torres Serra publicado en este periódico el 7 de mayo. El cual afirma: "Muchos critican que queremos terminar con nuestra cultura y con nuestra lengua, cuando no se dan cuenta de que ellos mismos están imponiendo algo que no nos es natural para los ibicencos ni para el resto de ciudadanos de las islas. Creo que es de derecho respetar y promover nuestra lengua, con nuestras variantes, y sin imponerla sobre el castellano. Eso es defender nuestra cultura y nuestra identidad". El segundo artículo es el de nuestro Sr. Obispo, el cual escribe: ‘'A lo largo de todo el mes de mayo tenemos una riqueza espiritual general más, al alcance de todos: el mes de mayo es también el mes de María, el mes dedicado a conocer, venerar, honrar y amar más a la Virgen María, la madre de Jesús, que a los pies de la cruz fue convertida madre nuestra. Y, así, desde la Edad Media, se consagró el " mes de las flores" a la Virgen María para rendirle culto a las virtudes y bellezas de la Madre de Dios. Ella no es sólo una obra maestra de la gracia, para contemplar sino también un modelo de fe, de quien se fía de Dios siempre y en todo, y un modelo de vida a imitar". En este mes de mayo dedicado a Santa María, los cristianos le decimos con cariño: Virgen Santa, Virgen pura, vida, esperanza y dulzura. Mientras mi vida alentare todo mi amor para Ti. Más si mi amor te olvidare, ¡Tú, no te olvides de mí!.