Los vecinos no sólo están cansados de aguantar el ruido y la mala educación de estos motoristas, que en ocasiones atraviesan los caminos en grupos bastante numerosos sin la menor consideración, sino que también están muy preocupados por la posibilidad de que se produzca un atropello, ya que por algunos de estos caminos suelen pasear familias con niños pequeños, tanto a pie como en bicicleta.
Además, esto suele ocurrir durante los fines de semana, cuando las familias pueden salir a pasear con los más pequeños y disfrutar de la belleza de los campos de Santa Eulària. Dejando de lado el gran peligro que representa hacer motocross por caminos vecinales, hay que tener en cuenta que el municipio de Santa Eulària tiene como objetivo mantener el espíritu de tranquilidad y sosiego que le diferencia de otros lugares de la isla y que lo convierte en un destino tan deseado.
También es necesario recordar que en los últimos años se han registrado en Santa Eulària dramáticos accidentes de moto. En enero del año 2014 murió un motorista de 27 años de edad cuando practicaba motocross o enduro por un camino vecinal de la zona de Sant Carles. Todo apunta a que el motorista perdió el control y se fracturó el cuello, sin que en el accidente hubiera intervenido ningún otro vehículo. Un dramático accidente que no debería haberse producido y que no habría que olvidar.
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