El escándalo de las aguas residuales mal depuradas es el cuento de nunca acabar en nuestra isla. Y las averías del emisario submarino de Talamanca -una vergüenza para los responsables políticos, especialmente los de Medio Ambiente- se han puesto muy de moda y obligan con demasiada frecuencia a cerrar al playa, perjudicando así a los establecimientos turísticos y comerciales de la cala. Sin duda, si el Govern no repara el emisario me parece muy bien que el Ayuntamiento de Eivissa dé los pasos necesarios para que se repare o que se construya uno nuevo ya. Lo que no puede ser, es que Talamanca dependa de unas obras que permitan a toda la zona vivir en paz y sin amenazas continuadas de cierre por unos vertidos incontrolados.
Dice Capitanía Marítima que no está confirmado que haya una rotura, y los técnicos municipales de Medio Ambiente dicen que sí. Pues yo les digo a todos que hay una manera práctica y muy barata para saber dónde está roto el emisario que vierte las aguas residuales del municipio de Eivissa.
Ni más ni menos, sólo hay que meterse en el agua, seguir la tubería con cariño hasta llegar al lugar donde se vierten las aguas pestilentes. Lo digo por experiencia ya que así lo hice años ha en Punta Pinet, zona sur de la bahía de Portmany. Y es que los patrones de las embarcaciones que transportaban turistas desde Sant Antoni a Port des Torrent, Cala Bassa o las playas de Comte, me informaron sobre una enorme mancha pestilente que aparecía ocasionalmente a poca distancia de Punta Pinet. Así que me metí en el agua con gafas y un respirador, y seguí el emisario submarino hasta localizar el vertido y después lo denuncié. Y se reparó para bien de todos.
De modo que en Talamanca se podría hace exactamente lo mismo: que un submarinista se meta en el agua, que siga la tubería y la avería será encontrada. Pero, claro, si el Govern balear no repara el emisario ni permite que el Ayuntamiento de Eivissa construya uno nuevo, ya me dirán qué clase de autonomía padecemos. Aquí, de autogobierno, nada de nada, ‘res de res". Y voy a repetir lo que decía el presidente Adolfo Suárez: "En Baleares, la autonomía pasa por todas y cada una de las islas". Pues ya ven cómo va la cosa política.
Por otra parte, cabe recordar hoy que el presidente José Ramón Bauzà anunció la semana pasada en IB3, en ‘prime time', así que hay muchos testigos, que las estaciones depuradoras de Eivissa y de Santa Eulària se licitarán en el primer trimestre de 2015 por un importe de 50 millones de euros. La cosa va en serio ya que así lo ha confirmado el Ministerio de Fomento, pero desde la licitación hasta la puesta en marcha de la nueva depuradora de sa Coma pasarán varios años. Entonces, como no se puede esperar a que haya nueva depuradora y un nuevo emisario submarino, que siempre pasará cerca de Talamanca, es de esperar que el Ayuntamiento de Eivissa inicie ya, de inmediato, las obras que han dejar a la cala Talamanca tranquila y sin amenazas de ninguna clase.
Formentera
La noticia de que el Govern prohibirá las incursiones de los ‘party boats' en áreas naturales declaradas Lugares de Interés Comunitario (LIC) y también en las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Formentera es más que buena para los intereses humanos y económicos de la Pitiusa menor. Es decir, no habrá ‘party boats' en el Cap de Barbaria, La Mola, Cala Saona y las playas de Tramuntana y Migjorn. En cualquier caso, hay que recordar una vez más que la contaminación acústica en el mar es competencia estatal. Y aquí, en Eivissa y en Mallorca, el Estado está bien representado. Es decir, que de vacío legal nada de nada.
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