La sentencia dictada por la Audiencia Provincial sobre los abusos sexuales a menores realizadas por el ex teniente de alcalde de Urbanismo del Ajuntament de Palma, Javier Rodrigo de Santos, confirma la gravedad de los hechos protagonizados por uno de los políticos con mayor relevancia durante la pasada legislatura. El fallo condena a Rodrigo de Santos a un total de trece años y medio de cárcel que, con independencia del seguro recurso ante el Tribunal Supremo, es probable que haga inevitable su inminente ingreso en prisión.
El relato de los hechos probados que detalla la sentencia confirma la sordidez de la relación que mantenía Javier Rodrigo de Santos con los hijos de una familia inmigrante, aprovechándose de una relación de confianza obtenida por medio de su vinculación a un grupo religioso católico muy conservador. Algunos de los abusos a los menores se realizaron en la etapa en la que el político conservador ocupaba un cargo de la máxima responsabilidad en Cort. Sobre este punto llama la atención la advertencia de una 'doble vida' del encausado del que fueron víctimas los menores, pero también sus familiares, amigos y compañeros de Consistorio. En todo caso, el fallo judicial de la Audiencia confirma todas las informaciones previas de este asunto de las que se hicieron eco los medios de comunicación y que se querían desmentir de acuerdo con una teoría conspirativa, a la que los jueces no dan ningún crédito, contra el político.
La droga es el único atenuante que hallan los jueces para rebajar la pena a Javier Rodrigo de Santos, que a pesar de todo "a expensas del recurso" tiene por delante quince años y medio de cárcel "se le añaden los dos pendientes por el uso fraudulento de la tarjeta de crédito en un bar de alterne homosexual".
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