Mañana se conmemora el cuarenta aniversario de la llegada del hombre a la Luna, la culminación de una carrera espacial entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética que había comenzado en 1957. La ya célebre frase del astronauta norteamericano Neil Armstrong pronunciada cuando pisó el satélite, «un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad», marcó un hito histórico equiparable a otras grandes gestas en el campo de la exploración y de la ciencia.

A pesar de haber transcurrido ya cuatro décadas y haber disminuido el interés científico por nuestro satélite, desde aquella primera huella en la Luna han sido numerosas las aplicaciones que la investigación espacial ha dejado en la vida cotidiana. Electrodomésticos tan comunes como el horno microondas o herramientas como el taladro son el resultado de la aplicación de la tecnología del espacio, al igual que numerosos aparatos de uso común en la medicina.

Con la perspectiva del tiempo resulta inevitable resaltar la enorme trascendencia que significó el primer paseo lunar que siguieron miles de millones de personas en directo en todo el mundo gracias a la televisión, otro de los elementos novedosos del momento y que ahora puede parecer irrelevante. Por encima de las valoraciones políticas del momento "entonces la 'guerra fría' entre Estados Unidos y la Unión Soviética era uno de los pretextos para buscar la preeminencia en la conquista del espacio", la llegada del hombre a la Luna merece estar entre los grandes logros del género humano que no deja de plantearse nuevos retos de cara al futuro. En todo caso, el 20 de julio de 1969 ya será, para siempre, una fecha inolvidable.