El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer en Palma la equiparación de Balears con las Islas Canarias en materia de bonificación de las tasas aeroportuarias, del 15 al 30 por ciento, en los vuelos de conexión con los aeropuertos peninsulares. De este modo se rectificaba el anuncio realizado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante el pasado debate sobre el estado de la nación, el cual circunscribió al archipiélago canario la aplicación de esta medida que pretende servir de apoyo al sector turístico.
La respuesta del Gobierno central a la justificada indignación provocada por la discriminación de Balears frente a las ayudas del Estado destinadas a favorecer el tráfico aéreo en Canarias ha sido, no cabe duda, rápida. La inmediata reacción en contra, expresada ayer de manera contundente ante el mismo president Antich por todo el sector turístico de Balears, ha tenido que ser determinante para el cambio de actitud desde Madrid. Desde el Govern, y cabe resaltarlo, se ha actuado con diligencia para cortar de raíz un tema que era insostenible desde cualquier punto de vista, además de provocar serias discrepancias entre sus socios.
La polémica suscitada a cuenta de las bonificaciones en las tasas aeroportuarias vuelve a poner sobre el tapete el papel de desempeñan los diputados por la circunscripción de Balears pertenecientes a partidos de ámbito estatal. Difícilmente podrán ejercer en el Congreso la misma fuerza que un diputado nacionalista en la defensa de los intereses específicos de Balears, incluso cuando se plantee un caso de agravio para las Islas, como el que se suscitó el pasado miércoles durante la intervención del presidente Zapatero referida a Canarias.
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