El president del Govern, Francesc Antich, anunció ayer que su visita a distintos ministerios para captar inversiones supondrá para Balears algo más de 80 millones de euros. El tranvía, con 20 millones, tendrá ya la primera partida que servirá para comprar las máquinas. Por lo demás, las inversiones afectarán a otros departamentos del Govern. Antich visitó durante dos días, acompañado por el conseller d'Economia, Carles Manera, distintos ministerios para captar inversiones, lo que evidencia, por una parte, que no está llegando para Balears el dinero prometido por Zapatero. Lo dicen los propios socios de Antich. La financiación que se ha prometido es insuficiente, a la espera de cerrar la negociación, y el Gobierno no está cumpliendo sus promesas respecto a Balears. Pese al optimismo de Antich, comprensible después de conseguir dinero ante la actual situación económica y la falta de recursos del Gobierno central, los anuncios deben concretarse en hechos concretos, partidas económicas reales, y no quedarse en una simple declaración de intenciones.

Recordemos, por ejemplo, el incumplimiento respecto a los convenios de carreteras. El Ministerio de Fomento está dando largas sobre la firma de los convenios y los consells no pueden iniciar proyectos. Todavía está pendiente la resolución de la sentencia que obliga a la ministra Àlvarez a devolver más de 300 millones de los convenios que fueron denunciados en su día. Tampoco se sabe nada del convenio de torrentes y del dinero para trenes no hay noticias demasiado esperanzadoras. Por lo tanto, hay que valorar de manera positiva el anuncio de Antich, pero es lógico el escepticismo que despiertan todas las noticias procedentes de Madrid. Hay motivos para no ser demasiado optimistas.