El Gobierno central acaba de anunciar un plan de choque para reactivar el sector turístico. Aunque Balears ha registrado los mejores datos de ocupación durante el mes de julio, el Gobierno considera que hace falta un plan especial dirigido a promover el turismo internacional de cara a la campaña de invierno. La entrada de turistas extranjeros en el mes de julio ha caído un 8 por ciento y se buscan soluciones para compensar esta caída.

La situación del sector turístico no puede compararse a la crisis galopante que vive la construcción. Sin embargo, algunos datos invitan a la reflexión y es conveniente tomar medidas. El Ministerio de Industria quiere impulsar la promoción en el exterior, que se centraría en la impulsar los mercados tradicionales europeos, con campañas cooperativas de producto e incidiendo en segmentos de demanda menos sensibles a la actual coyuntura económica. Además, se trabajará en los mercados emergentes como es el caso Rusia. El secretario de Estado de Turisme, el mallorquín Joan Mesquida, viajará a Rusia en septiembre para cerrar los acuerdos de colaboración.

Todas las medidas que intenta promover el Ministerio de Industria deben suponer un reforzamiento del sector turístico balear, pero la situación de las Islas no es comparable a otros destinos nacionales. Balears necesita inversiones del Estado, que se concrete de una vez el plan para reformar la Platja de Palma, pero el sector turístico balear es sólido y, hoy por hoy, está mitigando de forma evidente la crisis que se padece en Balears por los graves problemas de la construcción. Ahora bien, cualquier medida que permita alargar la temporada y mejorar las infraestructuras son interesantes para las Islas, sobre todo si el dinero lo aporta el Gobierno central. Es de justicia.