El juicio por los atentados del 11-M en Madrid mantiene una misma línea desde que comenzó la vista pública hace apenas una semana. Todos los procesados que han sido interrogados han condenado los atentados y niegan cualquier vínculo con Al Qaeda. Incluso son ellos quienes afirman desconocer los motivos por los cuales están acusados en el proceso y apelan a errores gramaticales para justificar las declaraciones realizadas en su día al juez Del Olmo en las que muchos declararon estar implicados en la masacre.

Por el momento, los imputados no quieren saber nada del 11-M y se desmarcan de un proceso que, inicialmente, los señala como responsables. El juicio acaba de comenzar y durante muchas semanas se irán poniendo sobre la mesa todas las pruebas que involucran de forma directa en la autoría del 11-M a varios de los procesados.

Afirmaciones como las realizadas por Jamal Zougam, uno de los presuntos autores materiales de los atentados, relacionanado su detención por cuestiones de venganza, o de Bouchar, que llamó desde su móvil al presunto autor de la masacre, afirmando que se fue de Leganés por problemas familiares, quedará en un segundo plano cuando se demuestre quiénes fueron los responsables máximos y cuáles serán las condenas que deberán cumplir.

Por el momento, los imputados han cumplido con un papel que poco o nada tiene que ver con el perfil de los radicales de Al Qaeda, que gritan a los cuatro vientos el protagonismo de ser un mártir de la causa, se limitan a echar balones fuera y rechazar cualquier implicación.

El tiempo y las pruebas pondrán las cosas en su sitio. Eso es lo que esperan todos los ciudadanos españoles en el juicio por el mayor atentado de toda la historia de España y de Europa.