El yerno y jefe de seguridad del matrimonio Tous, Lluís Corominas, ingresó ayer en la prisión Modelo de Barcelona acusado de homicidio tras disparar y matar a un atracador que asaltó el domicilio. La decisión del juez ha abierto un intenso debate social sobre el uso de la «legítima defensa» para justificar cualquier acto contra ataques a la propiedad privada, hechos que se han repetido en múltiples ocasiones a lo largo de este año y que han aumentado la sensación de inseguridad de vecinos que viven en zonas residenciales.

La juez considera probado que dos ciudadanos albanokosovares irrumpieron en el domicilio familiar de los Tous, aunque lo hicieron sin armas. Ante este hecho, el jefe de seguridad los persiguió y disparó a corta distancia sobre uno de ellos provocándole la muerte. La familia afirma que actuó en legítima defensa, aunque la Justicia deberá dirimir ahora, una vez que se analicen los hechos con todo detenimiento, si fue así o, en caso contrario, el grado de responsabilidad de Corominas y si debe ser condenado por un delito de homicidio.

Lo cierto es que la falta de protección policial y la inseguridad generada en torno a secuestros exprés y sucesivos robos en domicilios particulares han desatado una alarma general que, en ningún caso, puede justificar una dinámica de respuestas violentas desproporcionadas. Ningún ciudadano, ni siquiera las Fuerzas de Seguridad, pese a poseer permiso de armas, puede hacer uso de ellas salvo que sea absolutamente necesario y exista un riesgo evidente para su vida o la de algún ciudadano. Ello no quiere decir que las autoridades no deban tomar medidas para atajar el notable incremento de la inseguridad ciudadana, con lo que se evitaría llegar a estas situaciones.