El Consell Insular ha anunciado que la institución puede asumir la compra del Teatro Pereira y para tal efecto se reunió ayer con la oposición en el Consell y el Ayuntamiento de Eivissa. Este es un primer paso para sacar del atolladero un complejo caso, que se había complicado sobremanera cuando, fruto del convenio de cesión para uso público del inmueble firmado por la familia Matutes y el Consell Insular, se realizó un primer proyecto presentado por la institución insular que se excedía de los parámetros marcados por la normativa municipal de reforma interior de inmuebles y cuya comisión técnica echó para atrás. Entonces hubo algunas voces que decían que habría que reformar el Pepri para que el proyecto saliera adelante. Nada más lejos de la realidad.

Aquel proyecto, que había recibido las críticas de la oposición por su alto coste, ocho millones de euros, y el convenio, que también fue criticado porque en la donación la familia Matutes se reservaba la explotación del teatro ya restaurado durante todos los fines de semana de los veranos que durara la cesión, se encuentran ahora en el aire tras la nueva declaración de intenciones mostrada por la máxima institución insular.

Lo que sí parece cierto es que una inversión de ocho millones o similar es demasiado dinero para una administración pública que además no se quedaría el inmueble en propiedad. Así lo pidió el Pacte Progressista y así lo asume ahora el PP. Por este motivo, la toma de contacto de ayer entre los dos grupos políticos y el Ayuntamiento de Eivissa es fundamental para el devenir de este proyecto. Sólo con el consenso de todas las partes implicadas se puede llevar a un buen puerto este caso. Además, esto supondrá que la propiedad del inmueble se vea en la «obligación» de acceder a la venta por un precio asumible para la administración.