La reforma del Estatut de les Illes Balears puede contener importantes cambios y algunos ya han comenzado a perfilarse por parte del president del Govern, Jaume Matas. Uno de los aspectos más llamativos es el de la inclusión en el texto estatutario de Balears como «nacionalidad histórica», término con el que sólo están reconocidas por el momento Catalunya, Galicia y Euskadi. Pese a lo que pudiera parecer, no se trata de una cuestión banal, ya que podría y debería suponer el reconocimiento de un mismo plano de igualdad con el resto de autonomías con esta consideración, lo que nos permitiría acceder a mayores cotas de autogobierno. Pero, además, podría suponer un importante avance por lo que respecta a la identidad nacional de nuestra Comunitat, una identidad por el momento difusa para la mayor parte de los ciudadanos que requiere de la implicación de las autoridades en un trabajo de concienciación y de educación. Evidentemente, la creación de la policía autonómica también sería de una enorme relevancia y pondría de manifiesto una deseable mayor independencia con respecto al Gobierno central. Claro que, para todo ello, es preciso que se cuente con la financiación adecuada y eso deberá negociarse con Madrid sin complejos, aunque siendo conscientes de las limitaciones existentes.

Ahora bien, la mejor manera de poder llevar a cabo todo ello es contando con el consenso y el acuerdo de todas las fuerzas políticas de las Islas, y ésa debe ser la principal tarea que debe afrontar el president Matas en los próximos meses para poder presentar la propuesta de modificación del Estatut no ya sólo con garantías de que sea aprobada, sino también con las miras puestas en el futuro y en el adecuado funcionamiento del autogobierno de Balears.