Un estudio recientemente hecho público por la Escuela de Leyes
de Columbia confirma casi punto por punto uno de los reproches que
con mayor insistencia han hecho los juristas al sistema legal
norteamericano. Un sistema que, admirable bajo otros aspectos,
presenta serios condicionamientos en la aplicación de las penas en
función de la raza o de la política concreta seguida
tradicionalmente en los distintos Estados del país.
Ceñido al capítulo de las condenas a muerte, el estudio deja
bien claro que un reo tiene mayor probabilidad de ser sentenciado a
dicha pena en áreas en las que se aplica con mayor rigor, que
tienen mayor índice de población negra y en aquellas en las que el
juicio se lleva a cabo bajo presión política. Una lógica fatal, y
de fácil comprensión, determina que en esos lugares se cometan
mayores errores a la hora de dictar penas de muerte. Así, Florida,
Tejas, Georgia y Alabama son los Estados que conocen el mayor
índice de sentencias injustas, mientras que Connecticut y Colorado
tienen el menor. Amén de la consecuencia derivada de todo ello "a
mayor número de sentencias a la pena capital dictadas, mayor riesgo
de que sean injustas", ciertos datos del estudio permiten una más
amplia reflexión sobre un castigo que, incluso en un país como
Norteamérica, tiene encarnizados detractores.
No cabe la menor duda de que los abolicionistas pueden encontrar
argumentos para su causa en aportes estadísticos que, aunque
publicados con anterioridad, pueden añadirse a los más recientes.
En un informe realizado en el año 2000 se establece que el 68% de
todas las sentencias a muerte revisadas entre 1973 y 1995 fueron
anuladas debido a que contenían serios errores. Algo escalofriante
si tenemos en cuenta lo que hubiera ocurrido de no haber prosperado
dichas revisiones. Entendemos que todo ello debe conducir a la
sociedad norteamericana, incluso en estos tiempos de exaltación, a
reflexionar en torno a la aplicación de una pena a la que se le
pueden poner muchas objeciones y, por encima de todas ellas, su
carácter irreversible.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.