José María Aznar guardó el secreto hasta el último momento y sólo después de jurar su cargo decidió dar a conocer su nuevo Gobierno. La gran novedad es el nombramiento de Jaume Matas, ex presidente balear y líder del PP en las Islas, como ministro de Medio Ambiente. Al margen de colores políticos, el hecho de que un ciudadano de Balears ocupe una cartera ministerial ha causado general satisfacción y el mismo president Antich ha sido uno de los primeros en felicitarle. Matas cuenta con un excelente cartel en Madrid y todo parece indicar que Aznar ha querido premiarle por los óptimos resultados que el PP cosechó en Balears el 12-M. No parece que haya sido casual que Matas aterrice en Medio Ambiente. Aunque sea un ministerio de menor peso político, no hay que olvidar que se trata de un departamento muy relacionado con Balears. Son los problemas medioambientales los que más preocupan en esta Comunitat: desaladoras, la ecotasa, plan hidrológico... Problemas que exigen una colaboración entre la Administración central y la autonómica. No cabe duda de que Matas intentará sacar la mayor rentabilidad política a su cartera. Pero hay que confiar en que se establezca una fluida relación entre Madrid/Matas y Balears/Antich para solucionar los graves problemas de estas islas.

Pero el nombramiento conlleva también otro interrogante. El traslado de Matas a la arena política de Madrid obliga a cambios en el PP balear. Según Matas, serán cambios menores, de orden interno, ya que no abandona la presidencia del partido. Faltan todavía tres años para las próximas elecciones autonómicas, pero es indudable que el nombramiento de Matas guarda relación con el objetivo del PP de recuperar el Consolat de Mar. En algunos sectores se ha especulado que se pretendía alejar a Matas para recomponer la relación con UM, pero hay quienes apuestan por un PP fuerte, con posibilidades de repetir la mayoría absoluta de las últimas generales, y por el tirón que a Matas puede darle su paso por el Ministerio de Medio Ambiente.