Un pacto necesario para Baleares

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N0 constituye ninguna novedad que el Govern Prohens carece, por sí solo, de mayoría suficiente para aprobar iniciativas legislativas en el Parlament. Ello implica transacciones, renuncias y acuerdos con las distintas formaciones para alcanzar pactos. La actual composición de la Cámara debería propiciar un escenario dinámico que enriqueciera el debate y también abriera la oportunidad de incorporar propuestas con las mayorías necesarias para prosperar, pero está siendo extremadamente complicado. El paquete de medidas que presentó la semana pasada el Ejecutivo del PP para combatir la masificación, de entrada, ha sido rechazado en bloque por toda la oposición. Pero, más allá de lugares comunes como «pura propaganda», «fuegos de artificio» y «declaración de intenciones», PSIB-PSOE, los dos Més y Podemos tampoco han aportado argumentos que justifiquen su absoluta discrepancia con las iniciativas que, tras el trabajo realizado con la participación de más de un centenar de instituciones y entidades de Baleares, la presidenta Prohens ha puesto sobre la mesa con una argumentación sólida en base a datos recogidos.

El error de oponerse porque sí

Vox ha ratificado una vez más su condición de partido antisistema que, una vez más, no aporta nada con sustento al debate político, a lo que se suman también el rechazo del resto de formaciones sin tampoco aportar nada y sin argumentar sus críticas. Oponerse porque sí es un error de base porque la labor de la oposición consiste en cuestionar y criticar, pero cuando corresponde, que también sucede, ha de saber estar a la altura aportando alternativas y voluntad de entendimiento.

Diálogo para los retos de gran calado

El impacto de la masificación y la redefinición del modelo turístico de Baleares son retos de gran calado que nos afectan e interpelan a todos como sociedad. La oposición no puede obstinarse en la mera negativa a las medidas que propone el Govern. Entre otros motivos porque los ciudadanos no entenderían esta posición simple de rechazo absoluto. Es la posición más fácil, pero también la más incoherente. Es el momento del diálogo para alcanzar acuerdos necesarios.