La Comunitat Autónoma balear cerró el año pasado con la mayor recaudación fiscal de su historia y con unos ingresos en las arcas del Govern que, según ha publicado este periódico en su edición del lunes, se acerca a los 4.500 millones de euros, 806 millones más que el anterior ejercicio. Este dato tiene especial importancia ya que durante este año 2024 el Ejecutivo de Prohens aplicó relevantes rebajas fiscales, sobre todo en las sucesiones y donaciones para no castigar todas aquellas herencias de padres a hijos.
Defensa.
El vicepresident del Govern, Antoni Costa, defiende que las cifras demuestran que, cuando se produce un fuerte impulso de la actividad económica, se pueden bajar impuestos y, además, es posible aumentar el gasto social y, al mismo tiempo, sanear las cuentas públicas. Si bien es cierto que en el contexto general el impuesto de sucesiones y donaciones supuso una rebaja en ingresos de 58,91 millones, es muy relevante que en IRPF la subida ha sido de 615 millones, lo que revela que si hay actividad económica se puede ingresar más dinero sin necesidad de seguir aplicando impuestos que son injustos.
La realidad.
El total de los ingresos alcanzados por el Govern demuestra que hay que saber analizar la realidad social y no castigar a los ciudadanos con impuestos que son injustos. Porque el impuesto de sucesiones y donaciones, en caso de las herencias entre padres a hijos, es totalmente injusto por mucha demagogia que se pueda hacer. De hecho, en el contexto general dicho impuesto supone un porcentaje muy reducido y, por este motivo, había margen de maniobra para poder rebajarlo a la mayoría de los ciudadanos. Es falso que eliminar este impuesto beneficie a los millonarios. Afortunadamente esta rebaja ha ayudado a muchos hijos que han podido asumir una herencia sin tener que endeudarse, que lamentablemente es lo que ha ocurrido durante años. Se llegaba al caso de que los herederos preferían renunciar a las herencias porque no podían hacer frente a los impuestos. Los datos confirman que la política fiscal del Govern es la adecuada y que, como dice el propio Costa, aún hay margen para aplicar nuevas rebajas. Todo lo demás es demagogia barata que perjudica gravemente a los ciudadanos.