Baleares vuelve a liderar el abandono escolar prematuro en España, con una tasa del 19,1 por cien, cuando la media nacional es del 13,6 por cien, según los datos que acaba de difundir el Ministerio de Educación, que proceden de la Encuesta de Población Activa (EPA). Unas cifras preocupantes, que se repiten y empeoran año tras año porque respecto a la anterior encuesta, además de superar el Archipiélago en un 5,5 por cien la media española de alumnos que abandonan las aulas y dan por cerrada su etapa de formación docente, ya duplicamos la media de los países de la Unión Europea, que es del 9,5 por cien. Únicamente la ciudad autónoma de Ceuta se sitúa sobre Baleares en tasa de abandono escolar, que es del 19,2 por cien, una décima más, por lo que puede concluirse que estas Islas están actualmente en el último puesto de España en un comportamiento con numerosos impactos. Este abandono tiene graves consecuencias en la calificación, la productividad, la competencia laboral y los salarios a medida que se agudiza la fuga de los estudiantes.

Trayectoria incierta.

Es cierto que las Islas han protagonizado una evolución positiva desde 2002, cuando la tasa de abandono era nada menos que del 39,9 por cien, pero la trayectoria que ha llevado a cabo la población escolar de las Islas no ha sido suficiente. En 2022 fue Murcia la comunidad autónoma que quedó calificada en última posición, pero ahora ha vuelto a recuperarla Baleares.

«Replantearlo todo».

«Nos lo tenemos que replantear todo como comunidad autónoma, pero no sólo el Govern, sino toda la comunidad educativa y el tejido empresarial y social», afirma el conseller de Educació, Antoni Vera, tras conocer estos datos. Combatir el abandono escolar prematura, fruto del actual modelo económico, es un gran reto que implica a todos los agentes sociales. Las respuestas acertadas no van ser fáciles.