La Confederación estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha convocado finalmente las primeras protestas por el nuevo Estatuto Marco que prevé el Ministerio de Sanidad para la profesión. En Baleares, el Sindicato Médico secundará las movilizaciones, que tendrán lugar los próximos 6 y 13 de febrero frente a los hospitales y centros de salud del Archipiélago. En Baleares, hay alrededor de 7.000 facultativos. En el caso de Ibiza y Formentera, se espera que cerca del millar de médicos que trabajan (que representan el 12% del total) secunden los paros de los que aún hay que determinar cuánto durarán. Creo que en Ibiza habrá mucha asistencia porque he notado mucha preocupación entre los facultativos de la isla. Por lo tanto, espero que los médicos de Ibiza se hagan oír», subrayó el portavoz del sindicato en las Pitiusas a Periódico de Ibiza y Formentera, resaltando que estos parones se realizarían tanto en la entrada de Can Misses como a las puertas de los centros de salud de los municipios. Cabe destacar que en todo el país, según las cifras aportadas por Simebal, hay alrededor de 170.000 médicos. «Todos estamos unidos contra este nuevo Estatuto Marco», expresó Carlos Rodríguez.

En pie de guerra.
El borrador del texto de Sanidad establece una reducción de guardias médicas de 24 a 17 horas, la incompatibilidad de los jefes de servicio de la sanidad pública para trabajar en la privada, así como para los médicos tras el MIR durante los primeros cinco años. En el caso de las Pitiusas, según ya han advertido desde Simebal, la prohibición de compatibilizar la sanidad pública con la privada provocaría una gran afectación en la asistencia a los pacientes tanto de la pública como de la privada, además de una fuga de talento hacia el extranjero, donde desde hace muchos años se ofrecen mejores condiciones para este colectivo profesional. En este sentido, el problema real que los políticos no ven, según recuerdan desde el CESM, es la falta de médicos, así como que «el sistema público tiene dificultades para ofrecer condiciones dignas a los médicos».

Negociación.
El CESM ha dejado claro que la única manera de evitar la fuga de talento y reconocer a la profesión médica es la negociación de un estatuto específico del personal facultativo, como tienen jueces o fiscales. Queda por ver si el Gobierno tiene voluntad real o no de evitar un enfrentamiento con el colectivo médico que el conjunto del país no se puede permitir, pero especialmente Ibiza y Formentera, donde la fuga de médicos ya ha sido bastante acusada en las dos últimas legislaturas socialistas y ahora está mejorando la situación y, por tanto, la calidad asistencial.