Ibiza y Formentera han recibido entre enero y mayo de 2024 un total de 824.545 turistas, lo que supone un incremento de apenas el 0,45% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según la estadística ‘Flujo de Turistas’. Los datos confirman que las Pitiusas son las únicas islas del archipiélago balear donde la llegada de turistas se ha estabilizado, mientras ha crecido de forma bastante relevante en Mallorca y en Menorca.

Datos del primer mes oficial de temporada.

En el mes de mayo, considerado tradicionalmente como el primer mes oficial de la temporada turística, las Pitiusas recibieron a 480.570 turistas, lo que supone un incremento del 7,15% en comparación con el mismo mes del pasado año. La mayoría de estos visitantes fueron de nacionalidad extranjera, lo que supone    un 4,01 % más de los que llegaron en mayo en 2023. El resto, 99.088 visitantes, eran españoles. En cuanto a los extranjeros, los británicos han sido los más numerosos, con 122.687 turistas procedentes del Reino Unido en mayo.

Las Pitiusas.

Los datos aportados por la encuesta de flujo de turistas Frontur no deberían ser motivo de preocupación en el sector turístico, sobre todo en pleno debate sobre cómo adoptar medidas contra la masificación turística. Es una excelente noticia que se frene la llegada de turistas, muchos de los cuales ni siquiera se alojan en hoteles. Los datos sobre las Pitiusas son relevantes sobre todo teniendo en cuenta que la situación en Mallorca y Menorca es totalmente diferente y el flujo de visitantes sigue creciendo en las islas vecinas. Está claro que este tipo de datos no son concluyentes, pero marcan una tendencia. Cuando acabe la temporada deberá analizarse qué se puede hacer para que los turistas aporten valor a los destinos de Ibiza y Formentera sin provocar colapsos, como ha ocurrido durante los últimos años. Ya se han acabado los tiempos de los récords temporada tras temporada. Ahora lo importante es que las islas sigan generando riqueza pero de una manera sostenible, sin crecimientos desmesurados que se han demostrado que provocan muchos problemas a los residentes. La estabilización, por lo tanto, hay que verla de forma positiva.