El propietario del asentamiento ilegal situado en Can Rova, en la zona de Can Negre, podría estar ingresando en torno a los 90.000 euros al mes con el arrendamiento de espacios para la instalación de tiendas de campaña, caravanas o incluso chabolas. Las personas que viven en este solar pagan entre 250 y 400 euros al mes, según el espacio que ocupen. Algunos testimonios sostienen que hay unas 300 familias que residen en el solar. Se dice incluso que residen 45 menores.

Situación insólita.

Cuesta entender que uno de los propietarios de Can Rova haya podido crear un pequeño asentamiento ilegal durante tanto tiempo sin que no haya habido inspecciones por parte de las autoridades competentes. No se trata de un pequeño solar donde se hayan instalado un par de caravanas. Nada menos que cientos de familias residen en Can Rova de forma irregular y por eso llama muchísimo la atención que los servicios municipales e insulares no tuviesen conocimiento de ello. Quizás haría falta algún tipo de explicación porque es evidente que los controles han fallado de forma inexplicable. Aun así, es una buena noticia que esta situación irregular acabe el 10 de julio con la orden judicial de desalojo. El problema será que estas familias necesitan un espacio para poder vivir.

Poner fin a los abusos.

Este episodio de Can Rova es una muestra más de los excesos que se han cometido en Ibiza durante muchos años y que han permitido que exista un clima irrespirable por la falta de vivienda. No es lógico que la desesperación de miles de familias que no encuentran un inmueble a un precio razonable permita a propietarios sin escrúpulos hacer negocio arrendando unos pocos metros cuadrados en un solar para instalar una simple tienda de campaña o una caravana. La sociedad espera que la Justicia, y también la administración municipal, actúe de manera contundente contra este tipo de situaciones que no hacen más que perjudicar la imagen de Ibiza. Hay que poner coto a los abusos y recuperar esa Ibiza que durante años fue un lugar habitable y acogedor para muchas personas que decidieron instalarse para vivir y ayudaron a prestigiar la imagen de la isla a nivel mundial. Por culpa de unos pocos la imagen de Ibiza está en serio peligro.