Tras instar ANPE-Balears a la Conselleria d’Educació a negociar la «máxima flexibilización» en la aplicación de la Lomloe, la nueva ley estatal de Educación; y solicitar el STEI el aplazamiento en la implantación de la norma, las juntas de personal docente de cada Isla junto con los sindicatos del sector -STEI, ANPE, UOB, Alternativa, CCOO y UGT- convocaron ayer una movilización unitaria para expresar su rechazo a las formas con que se aplica la Lomloe. La actividad se interrumpió en los centros docentes de Balears de 12 a 14 horas, y a las 13 horas se celebraron concentraciones en Palma, frente al Parlament; en Menorca y Eivissa ante las delegaciones de la Conselleria; y también en Formentera. Fue una medida de protesta con la que estalla el malestar que se viene gestando desde agosto, cuando se publicaron los nuevos currículums, pocos días antes de empezar el curso escolar. Desde entonces los profesores denuncian la aplicación apresurada de la Lomloe    y reclaman que primero puedan formarse para después implantar todas las medidas con éxito.

Rechazo a las prisas políticas   

Con el curso iniciado, el 22 de septiembre, el conseller Martí March anunció unos nuevos criterios de evaluación para flexibilizar la aplicación de la ley. Los sindicatos señalan que la Lomloe presenta aspectos pedagógicos muy positivos, aún cuando cuestionan que se pueda pasar de curso suspendiendo. Advierten que el principal problema consiste en que las prisas políticas generan el rechazo de los profesionales que imparten la docencia y las familias.

Evitar perjuicios a los alumnos   

Las movilizaciones evidencian que el problema persiste y que no se ha alcanzado una solución. La Conselleria no puede tropezar dos veces con la misma piedra si la adaptación anunciada resulta insuficiente. Aplicar otra manera de enseñar y evaluar exige la formación previa de los profesores porque, en caso contrario, el alumnado será el gran perjudicado.