Las protestas de los refugiados ucranianos por el modo en que se les ha comunicado, por parte de Creu Roja, de su inminente salida del hotel en que se encuentran alojados es un claro ejemplo de la descoordinación existente entre las distintas instituciones implicadas. Resulta evidente que una simple octavilla no es la fórmula más idónea para comunicar el cambio de alojamiento para quienes quieren quedarse en las Islas o, eventualmente, para quienes prefieren el traslado a la Península. La situación personal de estas personas, forzadas a huir de la guerra, requiere un esfuerzo de empatía que ha faltado en esta ocasión. Las cifras en el número de las personas acogidas y, en especial, la urgencia en la intervención pueden ser la causa de una situación que no debe empañar el esfuerzo de solidaridad del conjunto de la sociedad balear.
Editorial
Descoordinación en la gestión de los refugiados ucranianos
Ibiza31/03/22 3:59
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