El conseller de Turismo, Iago Negueruela, ha protagonizado esta semana un nuevo desplante a los intereses de Ibiza al buscar únicamente el apoyo de los hoteleros de Mallorca a la nueva ley turística. Ningún representante de la patronal ibicenca fue citado en el encuentro convocado en Palma para limar asperezas ante la oposición patronal contra la ley turística, algo que no parece que importe demasiado ni a Negueruela ni a la propia Armengol.

Ley ideológica.
Hay un aspecto en el que han coincidido todas las patronales de las distintas islas, más allá de las fotos forzadas por Negueruela para dar una imagen de unidad. Es realmente incomprensible la postura de los hoteleros de Mallorca, que han cambiado de opinión hasta dos veces sobre el decreto turístico. Aún sorprende más que los hoteleros le digan a los partidos de la oposición lo que tienen que votar cuando en el seno de la patronal mallorquina se vive un clima de total desunión y confusión.

Buscar un consenso real.
Fotografías al margen, no existe consenso con la actual ley turística. Al Govern solo le interesa imponer una moratoria que en las actuales circunstancias no era necesaria, además del guiño a las ‘kellys' exigiendo que las camas se puedan elevar y rebajar así la carga laboral de este colectivo. Pero hay muchos aspectos que no han sido pactados, ni con el Consell d'Eivissa ni con los hoteleros ibicencos. Es cierto que aún existe la posibilidad de hacer cambios al decreto ley, pero no parece que el Govern modifique el contenido más ideológico de la nueva normativa. Y mucho menos existe voluntad de escuchar la postura de Ibiza sobre esta ley que saldrá sin un mínimo consenso.