Uno de los compromisos que adquirió Vicent Marí al asumir la presidencia del Consell d'Eivissa era plantar cara a las diferentes variantes de intrusismo que campan por la isla. Una de ellas son las fiestas ilegales en villas y casas de campo, un problema que ha existido desde hace años en la mayor de las Pitiusas, pero que en tiempos de pandemia se ha incrementado de manera exponencial, perjudicando no sólo al sector del ocio legal, que se ha mantenido cerrado por responsabilidad, sino a la ciudadanía en general por el riesgo sanitario y de seguridad que comporta celebrar este tipo de eventos ilegales.
Cambio de normativa.
El Consell d'Eivissa ha elaborado una normativa que han remitido al Govern para que éste la apruebe vía decreto, ya que es quien tiene las competencias para ello. La propuesta de Ibiza pasa por retirar la condición de vivienda a aquellos espacios en los que se celebran estos eventos. Con esta modificación podría entrar e intervenir la Policía (ahora no pueden acceder), además de sancionar a los promotores por estar llevando a cabo una actividad ilegal que no cumple con la Ley de Actividades. «Una vivienda en la que se están llevando a cabo fiestas con servicio de transporte, bar y cobro de entrada deja de ser una vivienda; es una actividad ilegal», ha expresado Vicent Marí a este rotativo. Cabe destacar, además, que la normativa elaborada por Ibiza y que el Consell de la mayor de las Pitiusas ha remitido al Govern cuenta con el consenso de las diferentes patronales turísticas y empresariales, pues son conscientes del grave problema que tiene la isla en este sentido.
El Govern debe actuar.
El Ejecutivo autonómico tiene ahora en sus manos la decisión de aceptar la propuesta ya trabajada y elaborada desde Ibiza para acabar con este problema tan grave de intrusismo. El pasado mes de julio, el conseller Iago Negueruela acusó directamente al Consell d'Eivissa y al presidente Vicent Marí de no hacer lo suficiente en este tema. El Consell y Vicent Marí han huido del ‘y tú más' han respondido con un documento trabajado y consensuado que ahora es el Govern quien tiene que darle forma vía decreto para así poder atajar las fiestas ilegales en Ibiza. Lo contrario no se entendería y, tal y como ha señalado Marí, sería un error y un desprecio para los ibicencos.